Anàlisis de Invocaciòn: Ensayo 1 de Montaigne, cuando la subjetividad y la ética crean un género

¿Por qué Sofía, después de 84 años, sube un análisis de 2 cuartillas? ¿Será ese su nivel de productividad? Una cosa sí podemos responder; Anastasia es un ícono del cine, ¿OK? ¡OK!

 

Montaigne escribió en cientos de páginas temas que le preocupaban, pero no como un diario o un método de desahogo emocional; entre sus letras manifestaba sus disgustos y señalaba las fallas de ética e insensibilidad humana que había en su época y de mucho tiempo atrás.

Analizaba la forma en que las personas enfrentaban la tristeza, como se le trataba al amor, reflexionaba sobre la educación y las fallas que tenía; el modo en que los héroes o la imágenes políticas enfrentaban la ira e interpretaban la virtud y estos ejecutaban su poder sobre los demás.

“Puede decirse que el conmoverse y apiadarse es efecto de la dulzura, bondad y blandura de alma, de donde proviene que las naturalezas más débiles, como son las de las mujeres, los niños y el vulgo, estén más sujetas a aquella virtud; mas el desdeñar las lágrimas y lloros como indignos de la santa imagen de la fortaleza, es prueba de un alma, valiente e implacable que tiene en estima y en honor un vigor resistente y obstinado. De todas suertes, hasta en las almas menos generosas la sorpresa y la admiración pueden dar margen a tan efecto parecido.”

Desde el primer párrafo Montaigne se abre enteramente al lector, el escrito se convierte en una especie de acercamiento que permite ver los pensamientos y motivos del autor. Esa fue la novedad del Ensayo 1, todo en éste se aborda desde la óptica personal, tomando un nuevo riesgo, usar la subjetividad como fuente de conocimiento. En todo éste texto, no usa información estadística y no busca transmitir información densa, en cambio, se desarrolla con pensamientos espontáneos (aunque bien hilados y respaldados), y es así que da la oportunidad de dar una enseñanza, no al mismo nivel de una fábula, pero si al finalizar deja plantado en la mente del lector una conclusión introspectiva.

En su ensayo, menciona a varios personajes históricos, la mayoría de ellos, considerados grandes conquistadores, héroes y todos con una carga política importante. De ahí que se respalde de hechos pasados y los usa para analizar el presente, pues así señala los imperfectos de la naturaleza humana que se llevan arrastrando desde tiempos antiguos y no se ha cambiado. Incluso me arriesgaría a decir que se basó en sabios como Platón y Cicerón.

La enseñanza de alguien es válida para otro, que a su vez la transmite, la transforma y así la cadena se extiende. Esto demuestra que Montaigne hizo algo nunca hecho en su época, hacer al lector parte del proceso, demostrando que el aprendizaje no nace de una inteligencia superior, sino en enseñar desde lo más básico y dialogar, como humanos y no únicamente como intelectuales.

“El espectáculo de aquel dolor no encontró piedad alguna: y no bastó todo el espacio de un día para saciar la sed de venganza: esta carnicería duró hasta que fue derramada la última gota de sangre, y no se detuvo sino en las personas indefensas, viejos, mujeres y niños, para hacer de todos ellos treinta mil esclavos.”

Otro aspecto interesante, para mí, son todas esas referencias que toma Montaigne que muestran como la concepción del lenguaje y su relación con la realidad determinan también la forma de verla, tratarla y explicarla, tal vez por eso el ensayo parece enfocarse de manera imprecisa y vaga, pero no es así.

Él, constantemente remarca “la adecuación”, por decirlo de algún modo, de lo personal (lo consciente) y lo que es condicionalmente humano (lo inconsciente) y como éstas se reflejan por medio de las anécdotas y afirmaciones propias sobre la tradición, el valor y la forma de ejecutar el poder.

“Epaminondas, por el contrario, alabó su propia conducta, censuró al pueblo de una manera arrogante y orgullosa, y los ciudadanos no osaron siquiera tomar las bolas para votar; lejos de condenarle, la Asamblea se disolvió ensalzando
grandemente las proezas de este personaje.”

En el fondo, un ensayo es un ejercicio escrito que nos permite ser aprendices de nosotros mismos, por medio de la reflexión y tratar de comprender y entender al mismo tiempo que el lector lo hace. Montaigne le dio peso argumentativo a los pensamientos, a la ética, la moral y a lo subjetivo.

A pesar de todo, éste ensayo no es fácil de leer y procesar; requiere mucha disposición del lector de leer con mucha atención para poder leer los mensajes morales tras bambalinas que deja Montaigne en cada una de sus cuestiones, al mismo tiempo que se puede necesitar conocimiento de autores antiguos (en especial literatos griegos) o al menos identificarlos para comprender ciertos puntos; aunque no sea necesario, eso sin duda enriquece la experiencia de leer el ensayo.

Actualmente, considero que, es difícil encontrar un ensayo tan honesto como éste. Y si me permito decirlo, este ensayo se merece que se le reconozca ser el modelo por el cual muchos ensayos modernos se basarían; proyectar a través de la intertextualidad o la hipertextualidad para saber más y comprender el entorno, aprender del pasado y mejorar el futuro.


 “Preciso es reconocer que el hombre es cosa pasmosamente vana, variable y ondeante, y que es bien difícil fundamentar sobre él juicio constante y uniforme.”


Ahora voy a llegar tarde a clase. Hay exámenes. Pero me temo que tengo que decir que los derechos del siguiente texto me pertenecen, las imágenes no. (Obvio, pregúntenle a Google).
Nos vemos en (arroba) SofìaLuCa18. Es que mi botón de arroba no funciona ahorita, ¿vale? Tenedme algo de piedad de vez en cuando....