¿Recuerdan cuando solía tener tiempo para subir un artículo cada semana? ¿No? OK...Y respondiendo a los escasos brujillizos que me encuentro en la calle, no, no me pasaré a Wix o a Wordpress, yo con puedo vivir con poco, no necesito complicarme la vida.
En fin, ¿en qué estaba? Ah sí... En las consecuencias del hype. Y hablando de hype.
¿No se han cansado ya del fenómeno de Frozen?
Solo basta ver a cada cuadra de cada esquina como venden peluches, tacitas, pijamas, disfraces, cosas de fiesta, la pasan por la televisión, te sale en recomendados por YouTube y la gente hace sus covers de las canciones o se ponen a gritar por sus ventanas imitando los coros para dejar claro que a muchísimas personas les ENCANTA este fenómeno de la animación y creo que no había sucedido un fenómeno así en mucho tiempo desde los principios de Shrek o incluso en los tiempos obscuros donde la saga de Crepúsculo nos perseguía constantemente.
Pero hay otras personas que con tan solo escuchar las 5 primeras notas musicales hacen explotar nuestros oídos y no del modo placentero.
Es en caso así, donde una buena historia pega su popularidad con tanta fuerza que luego sucede lo que coloquialmente llamamos en mi barrio de barro: El tiro por la culata. Surgen comentarios de muchas personas diciendo que la película es sobre-valorada, que no es realmente buena, es puro marketing... En YouTube hay un montón de esos videos, incluso algunos videos alcanzan el millón de reproducciones. Siendo que, al igual que su precuela, Frozen 2 pasó de ser de las más populares al momento de ser estrenada a ser considerada como una de las más molestas para muchos espectadores.
Les dejo aquí el link del video de 24 Frames of Nick donde hace un análisis muy bien elaborado sobre el tema de Frozen 2: https://www.youtube.com/watch?v=yoNXjW1B4g4
Así que antes de que queramos arrancarle la cabeza a Olaf por su cortometraje descarado en nuestra amada Mamá Coco, debemos reflexionar, ¿películas como Frozen 2 o libros como No Soy Un Monstruo de Carme Chaparro merecen tanto odio?
Hay que aclarar que no es lo mismo que con las películas de cómics o algunas adaptaciones de libros a películas donde hay diferentes versiones e interpretaciones de un mismo concepto, no, hablamos de ver y estar expuestos al mismo producto y escuchar las mismas líneas una y otra vez. Es diferente querer ver una película varias veces para ver detalles que no viste o volver a leerte un libro para descubrir algo nuevo en su historia, pero en estos casos como los ya mencionados, llega un punto donde uno dice: suficiente es suficiente.
Recuerdo cuando me leí los libros de Los Juegos del Hambre y luego vi las películas pero fue en Sinsajo Parte 1 donde sentí todo esto que les estoy narrando; no sólo veías pósters en cada parte del cine, en los cines te vendían productos de su temática, por un periodo largo veías playeras, collares, libretas, mochilas, anuncios, promociones, campañas publicitarias, cientos y cientos de videos que abundaban en internet con teorías, opiniones o especulaciones sobre la película; y eso no significó que la película dejara de ser buena, pero tanto como yo y otras personas, nos cansamos de verlo en todos lados sin descanso. Entonces, ¿la sobre-exposición de un producto puede afectar a tal punto que lo vuelva hasta cierto punto desagradable?
Y cuando algo se vuelve algo más y más comercial, se siente y se vuelve menos y menos personal y aunque la película y los personajes no cambian realmente, comenzar a verla en todos lados y sin parar, es lo que comienza hacerte sentir incómodo e inconforme al verlo.
En el caso de libros llevados a la pantalla grande o chica, esto pasó con el Señor de los Anillos; el ver una historia así y la cinematografía que tenía era algo raro de ver y que gustara era algo inusual.
Los libros de por sí ya eran populares pero no se volvieron un "Debes leer antes de morir" como lo es ahora. Se sentía especial cuando te topabas con alguien que había leídos los libros y conocían bien los detalles y los hechos tan bien como tú lo habías hecho cuando los leíste, cuando salió la película, ya TODOS sabían de El Señor de los Anillos, entonces cuando llega la popularidad en eso tan genial que querías compartir, también llega ese sentimiento de que perdiste algo único que habías descubierto, pasando de tener una plática interesante con alguien a darte cuenta que a prácticamente a todo el mundo le gusta.
Y a mi me encantan los libros y las películas de Peter Jackson pero puedo entender a la gente que se siente cansada de éstas historias y suelen tomar la postura de que no les gusta para sentirse diferenciado de los demás o solamente porque genuinamente no les gusta (como a mi hermana)...
Entonces, ¿soy un hater cualquiera o simplemente me siento saturado por el exceso de presencia de la historia?
Esta es una pregunta que considero más de uno debe hacerse. Está bien que reciba más atención algo que te gusta y lo compartas con más personas, pero también ¿está bien entonces perder esa conexión que tenías con esa historia? Curiosamente, aunque la historia siga siendo la misma, tu interacción y reacción a la historia sí puede cambiar y es aquí donde se puede ver como en realidad la audiencia y/o lectores tienen un mayor papel de lo que muchas personas toman por sentado.
Esto me pasó y pondré de ejemplo a "Una loca película de vampiros". Cuando las vi en el cine y con varios de mis amigos nos reíamos muchísimo y esas películas cuando salieron la gente las alabó como excelentes comedias, pero después, cuando las vi en casa por la tele, las sentía lentas, sosas y con una comedia no tan buena (incluso innecesariamente grotesca) ¿Qué pasó en ese proceso de verla con otras personas a verla sola? ¿Cómo pasé de llorar y casi ahogarme de la risa a pasarla casi en silencio y apenas reírme en algunas escenas? La película no cambió pero mi forma de experimentarla sí lo hizo.
Ahí me dí cuenta la fuerza que tiene el entorno sobre nosotros. Cuando ves una película como es, te ríes porque es incómodo de ver y aún así no es ofensivo, no del todo ya que al estar con más personas expuestas como tú te sientes un poco más acompañado al presenciarlo. Pero cuando estás solo o sola viendo la película te sientes realmente incómodo, lo que hace la experiencia menos placentera.
Es así como podemos aprender que entre más veces vemos algo o nos vemos expuestos a productos de algo que nos gustó, puede gustarnos al principio, poco a poco o rápidamente puede provocar que nos aburramos en vez de emocionarnos y entonces generar rechazo ante esa historia que tanto disfrutábamos.
Una segunda leída siempre puede cambiar por completo nuestra perspectiva de la historia, incluso si la historia no cambia. Sin embargo, hay que saber distinguir cuando la gente exagera y en realidad no tienen argumentos o razones lógicas para ello.
Yo prefiero ver a Elsa cantando que ver a Bella y Edward besarse, prefiero leerme las descriptivas escenas de como se mece un candelabro en la casa de Bilbo Bolsón y disfrutar las escenas llenas de epiquísmo de El Señor de los Anillos a leerme novelas de Wattpad que no aportan nada a la literatura ni a los lectores.
Y aunque después podamos cansarnos de esos libros que vez en todas las librerías sin descanso y que le llueve toda la atención o de ver una película anunciada y repetida por todo Internet, sin importar cuánta publicidad le den, procura siempre darle atención a aquellas historias que se la merezcan en lugar de las que no, creéme, hay muchos autores que merecen más atención que muchos autores famosos que andan por ahí.
Siempre vamos a tener una relación de amor-odio y viceversa con algo que se vuelva popular, por lo que yo les recomiendo que respetemos los gustos de cada quién, se vale que a uno le gusto algo y que a ti no te guste ese algo con la misma fuerza. Así que si te vas a cansar de que una historia sea popular, procura de que al menos sea algo que disfrutes después o que te gustó desde el principio.
Así que a partir de ahora tienes solo las siguientes opciones:
- Denunciar artículo
- Salvar la partida
- Dejarme en paz
Atentamente; @SofiaLuCa18
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