Uno tiene la
sensación cuando lee ese libro, de que te están intentando convencer que la
raíz de todo problema social es la competencia, y para ello recurren a las
acusaciones que intentan convencerte, y eso lo entiendo por el origen del libro, pues fue
escrito en los años 70´s pero la idea de que Walt Disney hubiese inventado las
fábulas para dominar el mundo a través de las mentes de los pequeños, se me
hace absurda y poco coherente, pues las ideas de Disney nacieron de los cuentos
clásicos de otras culturas y otros países, y en la Edad Media los cuentos era
la forma de dar una enseñanza a los hijos y a otras generaciones, no
necesariamente buscan hacerte pensar de cierta manera sino darte información o
valores de los cuales reflexionar de manera personal.
"Me sorprende que los autores acusen a la literatura infantil de sustituir la función educativa de los padres." (El Blog Salomón, 2012).
Sin embargo, algo en lo
que concuerdo con el libro es cuando
critica la rigidez jerárquica en el que viven los personajes de los cuentos; los
malos viven solos, son físicamente feos, son egoístas y a pesar de que tengan
un motivo perderán porque no son lo suficientemente “hermosos”, éticamente
hablando, y los protagonistas son guapos, casi perfectos, llenos de dotes y
serán víctimas de la circunstancia, recibirán ayuda cundo la deseen, etc.
Respecto a las críticas de racismo, quiero compararlo con el caso de Barbie; cuando comenzó a incluir en su universo a mujeres y hombres negros, blancos, latinos, asiáticos, altos y bajos, flacos y gordos, y en el caso de sus películas donde la protagonista era valiente y vencía a los villanos en diferentes universos, la gente comenzó a detectar que la muñeca en sus nuevas películas fomentaba el materialismo y el consumismo… En fin, con los personajes ficticios hay mucho de que hablar para rato.
Volviendo
a Disney, en el Disney de los años 40´s a 70´s, el racismo era muy marcado,
mostrando a los negros, los indígenas o países extranjeros como poco ingeniosos,
burlones, y que equiparan sus reacciones con la violencia física, notándose ciertamente fastidiados, y en el caso de los villanos serán caracterizados por
ser ladrones al poder tomar lo que quieran sin dejar nada a cambio, a
diferencia de los personajes que pueden tomar lo que quieran porque son
ingeniosos y hacen trueques; no defiendo ningún bando y vuelvo a remarcar que
este es un libro de los años 70´s por lo que eran tiempos muy movidos entre
“burgueses” y “socialistas”, y bueno, ya sabemos como terminó lo demás.
Respecto a las críticas de racismo, quiero compararlo con el caso de Barbie; cuando comenzó a incluir en su universo a mujeres y hombres negros, blancos, latinos, asiáticos, altos y bajos, flacos y gordos, y en el caso de sus películas donde la protagonista era valiente y vencía a los villanos en diferentes universos, la gente comenzó a detectar que la muñeca en sus nuevas películas fomentaba el materialismo y el consumismo… En fin, con los personajes ficticios hay mucho de que hablar para rato.
En
esencia, puedo reconocer que al final tanto el capitalista o el socialista es
capaz de hacer dinero incluso con sus propios enemigos.
Entonces, ¿el Disney de antes es el mismo de ahora? ¿Dónde
está la innovación? Eso podemos verlo alrededor de los años 90´s cuando lanzan
la película de Mulán, aunque no dio tanta fuerza sobre el “movimiento
feminista” y que no necesitas ser princesa o príncipe para ser un
héroe/heroína como fue el caso de “Valiente”, fue la señal de que Disney estaba
dispuesto a cambiar, de adaptarse a las nuevas generaciones y ser consciente de
que muchas personas lo admiran y siguen y por ende debe dar el mejor ejemplo
posible sin llegar a extremos y dar un mensaje claro, no en afán de convencer
sino de dejar en libertad de sacar tus propias conclusiones.
Pueden leer el libro original siguiendo éste link: http://mastor.cl/blog/wp-content/uploads/2015/08/Libro-Mattelard-A.-Dorfman-A.-Para-leer-al-pato-Donald.pdf
@SofiaLuCa18
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