Lo siento por el cuento cósmicamente corto; he estado estudiando mi alquimia. No puedo justificarme más, volveré... Para vuestra desgracia, obviamente.
Este cuento se lo dedico a mi gatita Perla Negra, mi primera mascota y que siempre tendré en mi corazón. Siempre he sido un asco con eso de los poemas y las prosas y tuve que escuchar muchas canciones y leer algunos poemas para darme una idea de cómo podría hacerlo de manera adecuada y dar un texto honesto a mi gatita, aunque sea para cerrar un ciclo. En fin, seguro esto a ustedes no les importa pero a mi sí y como es mi escrito, pues eso vale.
Voy a dejar constancia y aviso que, si quieren entender la totalidad de mis cuentos (en parte... y de la dinámica de este blog en particular), aunque no sean brujillizos frecuentes, es indispensable para su vida cotidiana leer todos mis cuentos. Te lo piden en el currículum vitae, he dicho.
Agradecimientos maravillosos a la completa multitud de escritores y editores de la revista.
Los derechos de la imagen en cuestión no me pertenecer, pero consta que los cuentos con mi nombre sí.
¿Quieren sentimientos? Están en la página 121
¿Quieren algo? Pues en @SofiaLuCa18
Si queréis algo en forma de dinero, no cuenten conmigo.
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