El humano tiene muchas formas de plasmarse a sí mismo y puede adaptarse a vivir sin ciertos elementos, pero algo con lo que le es sustancial para vivir es La Espiritualidad. Pero ¿Qué es la espiritualidad?
Según el autor Anselm Grün: "No está separada del mundo ni es ajena a éste, sino que actúa concretamente sobre la vida de la sociedad y en la vida propia." (2008, p.9). Y, desde mi forma de verlo, es una guía, un camino que nos ayuda con ampliar nuestra conciencia y que, simultáneamente, mantiene en pie nuestra pasión por la vida y amor a la existencia.
Todos buscamos la espiritualidad y eso no significa que exista un solo camino o una sola religión correcta. Al contrario, cada religión nos ofrece caminos espirituales diferentes que podemos conocer y/o modificar para abrir nuestra conciencia y conocer nuestro Espíritu.
"Toda espiritualidad, auténtica, tiene un efecto sobre el mundo. Pero sólo si incorporamos a nuestra espiritualidad nuestra pasión en el amor, se convertirá en una bendición para nosotros y el mundo." (2008, p.11).
¿Cómo se relaciona la fe con la Espiritualidad? Es difícil de aclarar, pues con tanta y bella divergencia de pensamientos es obvio que cada religión interpretará sus caminos hacia la espiritualidad y lo llenará con su propio contenido de la fe. ¿La fe y la Espiritualidad son lo mismo? Según el autor "la fe va más allá del racionalismo o la credulidad, es alcanzar una meta y llenarte de sentido." (2008, pp. 16, 17).
Entonces, para mí, la fe es lo que le da fuerza a la espiritualidad, la fe es la que lee la realidad, es un acto libre que nos da confianza. Sin embargo ¿por qué a muchos les resulta tan complicado comprender estos conceptos y aplicarlos?
En mi vaga experiencia de más de 1000 años, creo que las personas han entrado en una etapa de decepción por la realidad actual; por ende, se sienten agotadas e irritadas porque buscan la perfección, lo inmediato, lo no doloroso. En todo caso, creo que la respuesta para comprender nuestro espíritu y fortalecer nuestra fe, no está en este plano terrenal, está en la "fuente amor", la energía divina (la vida abstracta).
Por ende, cada espiritualidad trata, a su manera, el modo de actuar de su fe y que su vida sea fructífera. El autor menciona ejemplos: la oración, la meditación y/o los rituales de cada religión. Todos útiles pero me gustaría enfocarme en la meditación. En mi humilde opinión, es el camino donde pueden juntarse todos los demás así como existe en todas las religiones y estilos de vida espirituales. Yo prefiero este método porque al brindar espacios de silencio a mi mente y corazón, puedo dialogar con la Fuente Divinda y mi espíritu, séase, orar.
La meditación es algo que disfruto, me relaja y me hace reflexionar, alguna actividad que me permite cerrar ciclos y abrir nuevos. Estoy en todos lados y a la vez en ninguno. Todos los caminos espirituales son eso: Algo que te regala la libertad en medio de tu acción y te vuelve internamente despegado y sereno.
Idea Principal: No solo meditar sino entablar una relación con
la fuente de la vida; íntima y personal; el cielo puede experimentarse en la
tierra. Al estar en esta relación íntima y personal, se pueden entender las
parábolas, paradojas, los símbolos, las enseñanzas y el arte que la
espiritualidad cristiana tiene para poder transitar en el mundo.
En mi opinión, la relación con la Espiritualidad y con el resto de las formas de vida se puede basar en la siguiente frase bíblica “Ámense unos a otros. (1 Juan 3, 11).” La espiritualidad cristiana se caracteriza por intervenir activamente en el mundo.
Este tipo de
experiencias de la meditación, los ritos, la oración y la reflexión nos
permiten “fundirnos” con las cosas, con la vida y, probablemente, descubrir una
parte de nosotros que nos puede dar miedo descubrir, pero la verdad es que no
estamos solos al hacerlo.
Y esto podría aplicarlo en mi vida como acercarnos sin temer a enseñar nuestras heridas y permitir que se colmen de amor, porque Dios está siempre con nosotros.
La relación con la Espiritualidad está íntimamente relacionada con mi dimensión personal, y al yo ser
consciente de ello, significa que cuando medito o hago oración obtendré una
respuesta, tal vez no la que quiero, pero si la que necesito.
2) Dimensión
Personal
Idea Principal: Estar en relación con Jesucristo, Fuente Divina, Alá o como le llamen ahora; es estar en
relación con los demás. Es una relación en que nuestra dimensión personal no se
centre solo en el Yo o Súper Yo, sino que vaya más allá; una conexión con
nosotros que a su vez nos ponga en empatía con los demás.
En mi opinión, en la diaria esta dimensión es el compromiso de la espiritualidad cristiana. La meditación, oración, los ritos y mística están en todas las religiones, sin embargo, uno debe entrar a fondo en el misterio de la propia espiritualidad.
Es irradiar la
espiritualidad que nos da la conciencia de que cada uno es único, encontrar la
armonía con nosotros y los demás porque el que ofrece, recibirá la felicidad.
En mi vida debo aplicar la fusión con lo divino y con ello encontrar en nuestros hermanos y hermanas la solidaridad, amor al prójimo, el respeto y la dignidad.
La espiritualidad no es
ajena al mundo, le da forma con los caminos que ésta ofrece. En esta dimensión
también aplico en mi vida, el desprenderme de las cosas, permitirme momentos de
felicidad propios y de vez en cuando entender que hay misterios, incluso dentro
de mi propia espiritualidad.
3) Espiritualidad
y arte de vivir
Idea Principal: la felicidad prometida en el mensaje de Dios
padre-madre. El autor menciona tres términos, los cuales son los siguientes:
Ø
Eutyche:
significa felicidad exterior.
Ø
Eudaimania:
compañía del alma.
Ø
Nakarios:
felices por inmortales.
En mi opinión, encontrar la felicidad es el arte de vivir es lo que en la Biblia llaman “bienaventuranzas”, es el sendero para hallar la vida plena, escuchando la sabiduría interna.
El arte de vivir tiene
la tarea de dar frutos buenos; dejar una huella en este mundo con el fin de
hacerlo más humano, ser más abiertos.
Lo particular de la fe
cristiana y la relación que se tiene con Jesucristo; es algo complejo, pero
debemos analizar más allá de la superficie dogmática e intentar conocer nuestra
identidad.
En mi vida diaria interviene así: no solo se trata de encontrar la felicidad exterior, también esa “compañía del alma”, encontrar el modo de vivir.
Vivir es complicado, en
ella debemos usar todas nuestras virtudes; mi modo de llevar a cabo ese “arte
de vivir”, es responder a mi llamado, aceptando las consecuencias, además de
arreglar mis posibles defectos conforme vaya realizándome, porque el humano no
es perfecto ni imperfecto, es perfectible; eso es el arte de vivir para mí.
4) Espiritualidad
y Vida Feliz: ¿identidad o diferencia?
Idea Principal: Oración, proceso de individualización e ir
hacia el centro de nuestra persona para reconocer la realidad del alma.
Basándome en mi opinión, Ir hacia nuestra integridad y plenitud porque sólo si me enfrento a la propia verdad, podré llegar a la calma. Si una persona realmente quiere encontrar una espiritualidad auténtica, tomando en cuenta la filosofía de Jesús, llegar a la acción social.
La acción social en
aquellas personas que son rechazados, desatendidos o lastimados, porque la
espiritualidad en todas las religiones y tipos de fe, es ayudar a los demás, ya
sea encontrar la autorrealización o la “salvación” de los otros.
El modo en que esto interviene en mi vida diaria es la siguiente: Cuando estamos separados de la vida si nos sentimos como esclavos; cuando entregamos “nuestra vida”, recibimos el flujo infinito.
La espiritualidad no
puede deshilarte de la vida política, porque al ser “animales políticos”, la
espiritualidad cristiana no radica en un solo polo, necesita del otro lado,
para llegar a esa anhelada armonía: mística y política, contemplación y lucha,
oración y trabajo.
Idea Principal: Discernimientos del espíritu, las decisiones
de la vida no pueden tomarse de manera puramente racional.
Todos tenemos pequeñas
voces dentro de nosotros; cuando hablamos con la fuente de divina, hay paz.
Encontrar la esencia más profunda, pensando siempre una decisión dos veces.
Mi opinión al respecto es; las decisiones espirituales deben tomarse con audacia, entusiasmo, hablar con libertad, fervor y no tener miedo; porque las decisiones espirituales se toman con sinceridad y verdad. Las voces deben guiarnos a la verdad, no a la fantasía.
El modo en que esto interviene en mi vida diaria: ¿Qué sentimientos me mueven a tomar decisiones? La vida, paz y libertad. Porque la contemplación y los conocimientos por las cosas nos acerca poco a poco a ver la verdad.
Conclusiones
La fe y la espiritualidad siempre y en todo lugar te harán estar rodeado de la cercanía de la fuente divina, sanadora y plena de amor de la vida. La espiritualidad está ahí para disolver los conflictos y la fe para darte el valor para afrontarlo. Somos humanos y en estos tiempos turbios necesitamos recuperar la calma y la quietud. La espiritualidad nos ayuda a sanar lo roto/separado de nuestra vida; cabe recordar que para ello hay que fortalecer nuestro amor a la vida y que siempre tenemos que volver a componer los fragmentos de nuestra vida a través del amor o la espiritualidad nos ofrece caminos para encontrarnos a nosotros mismos y la fe nos exige dirigirnos, a llegar a ser uno, todo de manera apasionada.
Por eso esa es la misión que nos dio la fuente divina.
La espiritualidad se caracteriza por intervenir activamente en el mundo. Tiene la tarea de dar frutos buenos; dejar una huella en este mundo con el fin de hacerlo más humano, ser más abiertos.
Es irradiar la espiritualidad que nos da la conciencia de que cada uno es único. Encontrar la armonía con nosotros y los demás porque el que ofrece, se sentirá bien y feliz. La espiritualidad no es ajena al mundo, le da forma con los caminos que nos ofrece.
Ojo. Las imágenes las saqué de tumblr así que son ellos los que tienen ingresos, yo no monstruositos.
Así que, como siempre, les recuerdo que los derechos, como siempre, le pertenecen a sus autores y el escrito a mí.
Atte: @SofiaLuCa18
Bibliografía: Grün Anselm. (2008). ESPIRITUALIDAD PARA QUE MI VIDA TENGA SENTIDO. México: LUMEN EDITORIAL. pp. (1-17).
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