La religión como rasgo cultural en México

Tengo preparado un TOP de películas anime que recomendar para que las vean en sus vacaciones, que son más largas que las mías, seguramente.
Ahora sí, que empiece la lectura.

1.      Resumen introductorio:


México es un país donde la importancia de la religión ha permanecido a tal punto que es el segundo país católico en el mundo, después de Brasil. Esto va más allá de ir semanalmente a misas, ya que México recibe infinidad de turistas por sus monumentos históricos que cargan un fuerte significado de la fe católica, como las constantes visitas a la famosa Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, tanto por parte de turistas como imágenes públicas de alguna religión. Hablar de México y su relación con la iglesia en el mundo actual, implica hablar de parte de nuestra identidad nacional (como nos vemos a nosotros como nación y como nos ven los demás como país). México es un país biodiverso: hay muchos estilos de vida, de ser, de trabajar y de analizar la realidad. Y muchos de estos rasgos se pueden valorar a través de la fe dominante, el catolicismo.






2.      Desarrollo del contenido:

Sin duda, la Iglesia católica sigue siendo una de las principales formas de expresión del mexicano. Esto nos hace ver la gran responsabilidad que ella conlleva en relación con nuestra cultura. Muchas de las virtudes de nuestra cultura brotan de la unión de las tradiciones nativas y las prácticas religiosas de Europa, lo que ha llevado a optar por una mentalidad a veces tolerante y a veces intransigente. Como dijo el papa Juan Pablo II: México semper fidelis.


a)      Concepto de cultura y civilización (identidad nacional):

Para los enfoques constructivistas y culturalistas, la cultura es el reflejo de diferentes realidades políticas, como son las prácticas, las costumbres, tradiciones, lenguaje y patrones de comportamiento. En base a lo anterior yo definiría la cultura como: el conjunto de conocimientos/ideas adquiridos que caracteriza a una civilización y época. Y que mejor forma de entender la mentalidad de un país que por sus estructuras culturales, las cuales, la mayoría, se basan en la religión.

Dependiendo de donde se analice y mire, el concepto de la civilización tiene diferentes formas de definirse, desde la sociología hasta la filosofía. La civilización, considerado su concepto etimológico, es la acción y efecto de todo aquello que está relacionado con lo civil, lo ciudadano; pero mi propia definición de civilización sería: La acción y efecto de mejorar la forma de comportamiento de las personas, volviéndolas una sociedad. Eso significa que la religión es un factor de civilizar, pues en base a doctrinas, reglas y dogmas, busca que un grupo considerablemente grande lleve un estilo de vida y acepte una fe específica, procurando llevar un vínculo estrecho con la gente practicante, principalmente en las familias. Esto se puede notar claramente en la principal fe espiritual del mexicano, (el catolicismo), la cual ha influido en la forma de educar a sus congenies, el modo de ver la vida y la ética-moral que muchos mexicanos siguen, como estar a favor de la vida, ser inocente hasta que se pruebe lo contrario, el respeto a los mayores, preferir un ambiente cooperativo a la competencia individual, etc.

La identidad nacional podemos analizarla y explicarla desde dos conceptos: el concepto objetivo (identificar atributos y describirlos tal cual son) y el concepto subjetivo (identificar atributos y tratando de explicarlos en base a nuestro modo de pensar, siendo más aspiracional). Ambos pueden entrelazarse, como veremos en el siguiente punto; al recordar el espacio-tiempo de nuestro país.


b) La religión como resultado de ideas y comportamientos:

La identidad nacional (civilización) de nuestro país se ha visto determinado por los vínculos familiares, pues una característica con la cual el extranjero nos identifica es que nos predominan más las emociones que la racionalidad pragmática (eso no significa que no tengamos ideas sino que las emociones y sentimientos nos definen). Y la religión valora mucho a la familia, viéndola como una comunidad, buscando tener una buena relación como principal dogma y alcanzar el éxito de manera individual se deja en segundo plano. Así mismo, nuestro “carácter nacional”, es algo innato, gracias a que los comportamientos que predominan en nuestro círculo contextual son heredados. Por ende, la identidad se construye y reconstruye en base a la realidad material, volviéndose una cosmovisión metafísica, que puede recibir infinidad de interpretaciones, sentidos y signos.



Espacio y Tiempo: Primero que todo, debemos recordar el espacio-tiempo de nuestro país para ser un poco más objetivos. Desde Benito Juárez en el momento histórico de la Nueva España, él decide buscar la forma de separar la Iglesia del Estado porque la fe cegadora de muchos mexicanos impedía que se tomaran decisiones importantes porque la Iglesia determinaba las razones nacionales en ese entonces (a través de la presión moral de que si no se hacía lo que se obligaba, se condenaba). Y al separar las instituciones nace la masonería, es interesante y fundamental comprender que para los mexicanos la religiosidad siempre ha estado pegada a su modo de vida, desde la época prehispánica (todo lo explicaban como un regalo o castigo de sus dioses) cuando llega la colonización española, ésta misma idea de un Dios castigador que todo lo observa, encaja muy bien con la cosmovisión prehispánica y se logró un “perfecto” mestizaje – mimetismo entre el catolicismo y la visión religiosa nativa. Pero en este marco histórico nos sirve para tratar de comprender la ideología y actitudes del mexicano actual.


Como marcador de identidad: La identidad nacional se deriva de una experiencia colectiva compartida, tanto territorial como histórico, la experiencia es contingente y autónoma de atributos religiosos que han influido en la forma de hablar de los mexicanos. Después de todo, un molde es inconsciente que se mimetiza con la mentalidad colectiva, la cual se basa en la memoria, la forma de contar la historia y la forma de educar a la gente. Y el mexicano siempre ha sido educado desde la religión, (y el ser humano como tal), pues la forma de explicar todo lo inexplicable era a través de deidades, por lo que es, como decía antes, inconsciente. La hegemonía cultural en el caso de la fe católica, se basa en 3 principios: creer (aceptar una forma de ver la vida, o sea la fe), saber (investigar sobre lo que te rodea y comprender tu propia filosofía) y conocer (comprobar que lo que piensas es verdad). 

Estadísticas sobre las religiones predominantes en México: México es un país secular y ha permitido la libertad de culto desde mediados del siglo XVIII. Denominaciones protestantes tradicionales y la práctica libre del judaísmo se han establecido en el país desde la época de la Reforma. En tiempos modernos, crecimiento se ha observado en la Iglesia Evangélica, Mormona y religiones folclóricas como el  Mexicayotl. El Budismo e Islam se han incursionado también en el país, a través de la inmigración y conversión. (INEGI, 2017).











 
c) Cultura, identidad y sociedad:

La iglesia en nuestro país, al fin y al cabo, es una figura, una forma de visión normativa, pues otorga metas aspiracionales, ya sean objetivas o no. La religión en México ha influido a tal punto que los mexicanos han adoptado el comportamiento de explicar divergentes patrones de desarrollo y dinámicas subsecuentes en base a su fe (como mencioné con anterioridad, es algo humano buscar respuestas desde lo místico o de nuestras capacidades).  Después de todo, la historia es un factor crucial, influye en las relaciones interpersonales, lo que nos lleva a compartir ideas, filosofías o en el caso del estado laico de México, compartir un mismo espacio con diferentes personas que piensan distinto. 


Por ejemplo: Una vez que una familia o grupo adopta un estilo de vida con expresión religiosa que lleva practicando por muchos años, es difícil de convencer de que cambie de estilo, esto demuestra de que nuestra Iglesia católica actual en México es el resultado de fuertes experiencias de fe de generaciones pasadas (el pasado de nuestro país); sin embargo hay muchos que no han tenido una fuerte y verdadera experiencia personal de fe, lo que conlleva al “éxito” de las comunidades alternativas como los católicos protestantes, pragmáticos, franciscanos, jesuitas, religiosos activistas, etcétera; quienes han sabido avivar la experiencia personal del creyente, saliendo de esquemas y rutinas o de tradiciones que consideran vacías. Sin embargo, eso también ha permitido que la religión católica se haya vuelto una especie de marca; sobre como ordenamos nuestras prioridades y la lógica de la mayoría de los mexicanos, formándose moldes educativos. 


Un claro ejemplo es el ícono de la Iglesia Católica de México, la Virgen de Guadalupe, quien se ha vuelto un símbolo que engloba la virtud de estar en todos lados y por su apariencia nativa la vuelve menos divisora, siendo muy respetada de manera indiscutible por muchos seguidores, en especial mujeres. Si recordamos la frase que ella dijo en su aparición: “non fecit omni nation”, que significa, ve a unir a todas las naciones. Como resultado, ella ha logrado unificar a la mayoría de los mexicanos sin importar apariencia o status; lo que la vuelve favorable para muchas personas de fe. 


La importancia de la pertenencia a un grupo en la conformación de la identidad forma una parte importante del autoconcepto, pues como humanos buscamos mantener o elevar una identidad social positiva. En el caso de la fe católica en México, la identidad del mexicano es definida gracias al autoconcepto que se crea de si mismo, derivándose del conocimiento que tenga de su grupo social. Brewer (1991), propone que la identificación social es el resultado de dos procesos diferenciados: la identificación endogrupal, es decir, la necesidad de inclusión, de sentirse miembro de algún grupo determinado y la diferenciación exo-grupal, que es la necesidad de establecer diferencias con otros grupos a los que no pertenecemos. La religión en México es conciente de éste sentimiento de pertenencia grupal, (identificación colectiva), por lo que aprovecha en darle una oportunidad a la divergencia de pensamientos que existen en el país a través de la interacción de procesos cognitivos, afectivos y sociales, dentro de un determinado contexto cultural y local, como son las bodas, las mismas, las ceremonias, las manifestaciones pacíficas, etc.
   

3.      Conclusiones y reflexiones propias:

Es evidente que México puede experimentar cambios en la devoción religiosa, perlo lo que parece claro es que el catolicismo seguirá prevaleciendo en el futuro. México es un país latinoamericano orgulloso de mostrar públicamente su fervor católico, que no se puede entender realmente sin experimentar sus arraigadas tradiciones religiosas, entre las que destacan las peregrinaciones y las visitas a la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe (en particular), que ofrecerá a los visitantes curiosos un profundo conocimiento de una nación innegablemente devota.

Mis observaciones son que, en primer lugar: la religión rescata el contexto social de muchas civilizaciones, pues ha servido como guía del humano, para hacerlo entender de que tiene la capacidad de concebirse como  una unidad y entiende el mundo que lo rodea. Esto conlleva a que la religión no es inmune al análisis de otros, la sigan o no. El mexicano le da sentido a su fe y religión, no necesariamente objetiva, ya que como personas abstractas, tenemos la tendencia de caer en conclusiones subjetivas (justo como lo hago ahora). 

Nuestra identidad y fe puede transformarse, siendo algo tan frágil que puede cambiar gracias a nuestro comportamiento y el círculo familiar en el que nos envolvemos en ese momento, pues como humanos somos volubles al cambio constante y circulares, o sea, que siempre creamos y cerramos ciclos. Por ende, la cultura mexicana y nuestra fe son un marcador importante para nuestro carácter, creando nuestros propios moldes y para los demás. 

En México se pueden expresar una gran variedad de modos de vida y sentimientos socialmente compartidos (enfocándonos principalmente en la religión) y a veces, no se encuentran bien representados en las versiones públicas de la identidad. Keillor, Hult, Erffmeyer, & Babakus (1996), propusieron la escala NATID para cuantificar la identidad nacional. Ésta contiene cuatro dimensiones: un sistema de creencias estructurado y compartido, la valoración de la herencia nacional, el nivel de homogeneidad cultural y el grado de etnocentrismo. Según Keillor et al., (1996) para poder sostener que una persona está fuertemente identificada con su país, debería puntuar alto en estas cuatro áreas. Es necesario notar que en el caso de México, hay más peso en el nivel que habla acerca de los sistemas de creencias, pues como el país megadiverso que es hay muchas manifestaciones de fe, sin emabrgo, al fe católica es la que ha logrado fusionarse con la fe pasada de México con el mundo moderno. Creando una nueva identidad, la de un mexicano conciente de su pasado, con memoria para contar las cosas, educado para educar a otros, inteligente, opresivo y a veces instintivo. 


4.      Bibliografías:


Libro: Enfoques para el análisis político, Alan Knight, Universidad Pontificia Javeriana, Argentina, 2013, páginas: 194-209

Ensayo: La identidad nacional mexicana, Alan Knight, revista NEXOS, 2015, disponible en http://www.nexos.com.mx/?p=13852
  Artículo web: ¿Cómo somos los mexicanos?, disponible en: http://noticias.universia.net.mx/en-portada/noticia/2014/07/02/1099969/como-mexicanos.html
Libro: El universo es un dragón verde “Un relato cósmico de la creación”, Brian Swimme, Ed. Cuatro Vientos, 1997
  Artículo web: SITUACIÓN ACTUAL DE LA IGLESIA EN MÉXICO; Encuentro Nacional de Responsables de Comunicación Social, escrito por: Pbro. Dr. Mario Ángel Flores Ramos, publicado el 24 de septiembre del 2001; disponible en: https://zarazua.wordpress.com/2010/08/04/padremario/
 
Sitio web: Relación Iglesia-Estado en México, ¿Qué tanto influye?; disponible en: http://vivirmexico.com/2011/10/relacion-iglesia-estado-en-mexico-que-tanto-influye

Sitio web: Identidad nacional y la valoración de la historia, escrito por: Jan Marc Rottenbacher de Rojas, publicado el 06 de junio de 2009, disponible en:  http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1729-48272009000200002



Ya llegados a este punto les pediré que no me reclamen por los derechos de las fotos porque no son mías sino de sus respectivos autores que han ofrecido sus fotos a Pexels (banco de fotos gratuitas) pero la investigación presentada es puramente mía y lleva sus fuentes bibliográficas correspondientes. 
Desayunen bien, hagan 30 minutos mínimos diarios de ejercicio y cedan su asiento a quien lo necesite, mínimo que el tiempo que se queden parados en el bus sea su ejercicio del día.

Atte: @SofiaLuCa18

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