¡Brujillizos! Aquí estamos, otro año más en este bullicio de letras, temas polémicos y magia, apenas estoy logrando balancear éste portal con mi nuevo trabajo y mis cuentos, ahora tengo otro terapeuta (ha, ha, ha ya sé, que sorpresa), pero, de veras, creo que por fin, después de 20 años de terapias, psicologías y medicamentos por fin encontré al bueno y un medicamento que, realmente, me hace sentir mejor. O sea, que de verdad me hace mejorar, así que por fin esa parte psiquiátrica por fin tendrá un último clavo en su ataúd.
Con esto dicho, yo esperaba poder terminar mi antología de cuentos este año, aunque eso, evidentemente no ocurrió, yo ya espero que éste año que viene ya salga, ese será mi propósito de año nuevo; en verdad me gustaría compartirles todas mis ideas, pero la verdad me da un poco de penita y también me aterra el tema de los listillos de internet que luego se fusilan ideas, por el mismo lado, me gustaría al menos tener a un ilustrador o expertos en estas cosas de la literatura moderna pero como apenas me rompo los nudillos cuidando de mi granja, no tendría las suficientes rupias para pagar con dignidad a esa persona y hacerlo gratuito se me hace una grosería, que vaya, si hay alguien que quiere ayudarme de buena fé y me aconseje qué hacer, lo agradeceré infinitamente e intentaré recompensarlo de manera correcta. Sin embargo, por ahora, eso no se podrá... Mientras tanto, lo del Patreon sigue en HIATUS, ya me tiene harta que todavía no puedo sacarlo, otro propósito para otro año.
Seguidamente, para este Especial Navideño, intenté escribirles otra prosa, poema, lírica o algo, pero desde siempre, la poesía se me ha dado del nabo, y con la gripe de fin de año encima, honestamente, iba a quedar algo horrible; así que mejor decidí dedicarles un mensaje. Sí, cursi. Sí, cliché. No obstante, es un regalo honesto de mí para ustedes. Sobre todo, sé que éstas fechas pueden ser las peores para muchas personas, se pueden sentir solos, desplazados, abandonados o sin un lugar a donde pertenecer y, como saben que yo no digo las cosas sin sentirlas, les digo con toda honestidad que aquí tienen un lugar seguro, calidez y resiliencia. Todos los años, las familias tienen diferentes tradiciones, ritos, una película navideña que ver, y dentro de esas películas de Hallmark con villancicos bonitos pero algo repetitivos que a muchos pueden causarles rechazo, éstas fechas nos han acostumbrado a creer que las fiestas son estar en familia, todo tiene que estar perfecto, lindos regalos, luces, felicidad y camadería. Y saben, la Navidad es mi época favorita del año, no solo porque aquí en pueblo es cuando llueve y nieva, si no que, es una época que, para mí, significa ESFUERZO. La Navidad, Yule, Hanuka, o lo que sea que celebres, son fechas para que tú, no los demás, no para los demás, TÚ, te digas a tí mismo:
"Sí, hice lo mejor que pude éste año, soy suficiente."
Los recuerdos de ese pasado, esa persona amada, ese hobbie que tanto querías, son buenos, debes atesorarlos, pero si solo los recuerdas y te quedas en la completa inacción, claro que dolerá, avanzar da miedo, no tener el control da miedo, pero la Navidad significa que todo ese esfuerzo que hiciste a lo largo de éste año, valió la pena. Tú vales la pena, por ser tú. Ésta época está para recordar, no aferrarse, que el cambio se aproxima y eso es lo único eterno. Es cierto, la vida está hecha para derribar incluso a los más fuertes, pero como dice Del Toro, vive, vive más. Los días no son inútiles. La Navidad te recuerda que la victoria está en seguir caminando, tu puedes, te queremos, te quieres. Ahora sigue caminando, ¿sabes que hay del otro lado? Averígualo.
¿Sientes el calor del sol en la punta de los dedos de los pies?
¿Los ojos de tu mascota que te mira con la pureza más antigua del tiempo?
¿La sacudida de los árboles encima de tu cabeza?
¿Puedes ver la luz de las estrellas muertas?
¿El agua fresca que baja de las montañas para calmar tu sed?
El esfuerzo de hacer lo más sencillo, eso que está en lo hondo, lo que no te esperas.
La Navidad es otra oportunidad de ser mejor, de ser feliz, con todos los que están atrás de ti y todos los que te esperan más adelante.
Lo hiciste bien éste año, el próximo lo harás mejor. Te lo prometo.
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