En la penúltima
entrega del Mes Murakami, (sí, ya sé, se pasó super pronto, pero aún no es el
fin), regresamos con un evento histórico, en éste caso, de Japón con el atentado
terrorista de 1995 en el metro de Tokyo. Cuando nos llegan noticias de
atentados o ataques, nos vemos rodeados de medios sensacionalistas, morbo y
darle más poder e importancia a los perpetradores que a las víctimas, quienes
realmente deberían ser el centro de nuestra atención. Y como son un montón de
testimonios, me enfocaré ahorita nada más en uno, en el de Mitsuteru Itsuzu, un
hombre de 38 años que llevaba una vida normal y que podríamos considerar
medianamente exitosa, hasta que, cuando iba camino a su chamba, fue víctima.
Contexto de la historia
Murakami, ya ha
dicho varias veces que él considera que la psicología japonesa es todo un mundo
aparte de lo que la psicología europea plantea; aunque me guste la psicología,
no soy una experta en el tema, pero si puedo decir que, a diferencia de la
historia de “¿Cuánto vale la vida?”, Haruki Murakami hizo sus propias entrevistas a todos los
sobrevivientes del ataque de gas sarín. Enfocándose en los ciudadanos promedio,
sin buscar una narrativa melodramática, más bien, como buena novela periodística,
trata de capturar la crítica a los medios japoneses y muchos rasgos culturales,
como el individualismo, darle prioridad al trabajo por encima de la salud y,
esa sutil manipulación emocional que las autoridades aplicaban a las víctimas;
así como la normalización de la falta de comunicación y aislamiento, incluso
entre las propias familias.
Algunos
criticaron el libro porque, aparentemente, los testimonios criticaban el
materialismo japonés, (cosa que para mí no cuadra) pero, incluso si así fuera,
no podemos dejar de lado que siguen siendo testimonios verídicos de víctimas
reales, como fue el caso del señor Itsuzu, quienes no tuvieron apoyo para lidiar
con su trauma y que demandan a las autoridades japonesas sobre su ineficiencia
de aprender de este tipo de ataques. Ciertamente, es gracias a la disciplina y
el respeto que tienen los japoneses bien arraigados en sus raíces que han
generado seguridad en su sociedad; sin embargo, toda esa presión, manipulación
emocional y severidad ha provocado no solo los brotes de estos grupos de
lunáticos que lastiman a los demás, sino que, las autoridades se confían en que
nunca va a pasar. Y cuando pasa, lo pasan por debajo de la alfombra y no se responsabilizan.
Y esto no solo
es una perspectiva mía que saqué después de leer esto, es algo que, con todo y
que admiro y disfruto de la cultura japonesa, pues está lleno de maravillas
como todas las demás, también tiene sus defectos. Hasta el propio Murakami, honrado
japonés, ha dicho en otras ocasiones y en la intro de su libro lo deja más
claro, que los MMC japoneses se llenaron sobre información del culto Aum y los
perfiles de sus perpetradores, pareciendo que les hacían publicidad; mientras
que las víctimas eran tratados como un simple daño colateral, una reflexión
aparte. Por eso, Murakami se sostiene con querer capturar mejor todo el
incidente por medio de un rostro real de los sobrevivientes, sin importar si estaban
gravemente traumatizados o no.
“Por eso quería, si es posible, alejarme de cualquier fórmula; reconocer que cada persona en el metro esa mañana tenía una cara, una vida, una familia, esperanzas y miedos, contradicciones y dilemas, y que todos estos factores tuvieron lugar.”
Sinopsis
“Underground” (アンダーグラウンド) o “Subterrmente: El ataque de Gas de
Tokyo y la Psyche japonesa” es un libro compuesto por un serie de entrevistas
con individuos que resultaron afectados por los ataques de gas sarín de 1995. La
versión en inglés cuenta con una entrevista que el propio Murakami le hizo a
los miembros del culto Aum que realizaron todo el acto, poco antes de que el
gobierno los condenara a muerte; además de incluir un ensayo del autor sobre la
psicología moderna de la sociedad japonesa. Todas estas entrevistas le tomaron
al señor Murakami casi un año, iniciando en 1996 y terminando en 1997. Dando
como resultado con el texto siendo publicado en 1998. La sinopsis oficial es
algo larguita así que tomen nota…
“Fue un claro día de primavera, lunes 20 de marzo de 1995, cuando cinco miembros del culto religioso Aum Shinrikyo realizó una guerra química en el sistema del metro de Tokio usando sarín, un gas venenoso veintiséis veces tan mortal que el cianuro. Lo impensable había sucedido, un importante sistema de tránsito urbano se había convertido en el objetivo de un ataque terrorista…En un intento por descubrir por qué, Haruki Murakami, autor aclamado internacionalmente de The Wind-Up Bird Chronicle y posiblemente el novelista contemporáneo más importante de Japón, habló con las personas que vivieron la catástrofe, desde un empleado de la autoridad del metro con culpa de sobreviviente, hasta una manera de la manera de la moda Vendedor con más veneno para los medios que para los perpetradores, a un joven miembro de culto que condena vehementemente el ataque, aunque no ha renunciado a AUM. A través de estas y muchas otras voces, Murakami expone aspectos intrigantes de la psique japonesa. Y a medida que discerne los problemas fundamentales que conducen al ataque, logramos una visión clara de un evento que podría ocurrir en cualquier momento y en cualquier lugar. Inquietantemente convincente e inevitablemente importante, el underground es un poderoso trabajo de literatura periodística de uno de los escritores más perceptivos del mundo.”
Un atentado bajo tierra
El nombre de ésta
novela recopilatoria, no solo tiene que ver con dónde ocurrió, si no, sobre la
conclusión a la que llegó Murakami con respecto a la mentalidad de la mayoría
de los japoneses después del ataque. Con Mitsuteru Izutsu, él nos narra como
los medios presentaron el ataque como un evento excepcional aislado y cómo la
gente de su alrededor, incluida su esposa, trataban el hecho como un borrón y
cuenta nueva, cuando él, aún en el hospital le aterraba dormir por el miedo de
no despertar debido al envenenamiento, a no poder estar con sus hijos porque
podría contagiarles el veneno, encontrando únicamente consuelo en la pintura,
deseando no tener nada que ver con su vida pasada, tanto dejar de ser comerciante
de langostines como tomando la decisión de pedirle el divorcio a su mujer.
En su
testimonio, vemos como Misuteru intenta enfrentarse a esta realidad tan obscura,
tratando de no dividir su visión de buenos contra malos, pero aún genuinamente
preocupado por la falta de transparencia del gobierno en cuanto como trataron
al personal del metro, poniéndolos en riesgo al hacerlos limpiar el gas sin
protección, a sabiendas de que ese gas era altamente tóxico y sin avisar a la
gente dentro lo que pasaba; él hace la comparativa de un viaje que hizo a
Sudamérica un día antes del ataque, ocurre una explosión de una bomba en un
local, lo que lo lleva a sentirse aliviado pensando que eso nunca sucedería en
Japón.
Para luego ser víctima de un ataque en carne propia y recordando como en
Sudamérica, la gente actuó rápidamente, pues ahí “la muerte está más cerca.
Para ellos es algo cotidiano, no como en Japón.” Lo que lleva a que los
japoneses no aprendan de estos eventos, o prefieran no hacerlo, pues es más
fácil seguir que afrontar.
Otro tema
destacado en la entrevista de Mitsuteru y otros testimonios, es la importancia
que le pusieron a sus puestos de trabajo; él, a pesar de sentirse visiblemente
mal, los doctores no le prescribieron nada y tampoco le dieron un alta más que
un día, y eso era únicamente por ser feriado. A pesar de los síntomas extremos
que padecía, él seguía trabajando, aún cuando no se encontraba completamente
recuperado. Aunque
Mitsuteru no lo menciona, muchos de los testimonios hacen énfasis en cómo las
personas priorizaron lo material que lo espiritual o moral y es algo que, como
observante que le tiene estima a ésta cultura, también lo he percibido, sobre
ésta ausencia de acción de crisis en muchos japoneses, sobre todo de las
autoridades como la policía o los hospitales. Y si vemos por cuestión de
estadística, por ejemplo, en Estados Unidos con el fenómeno de los tiroteos
escolares, es mero cálculo que tarde o temprano le toque uno a la escuela de
alguien, pues lo mismo en Japón, pues su sociedad ya llegó a un punto donde, la
noción de que es injusto dañar a otros está disminuyendo poco a poco, lo que da
lugar a que cultos peligrosos como los Aum surjan y no se desintegren.
El tema del
aislamiento y la desconexión entre los viajeros también fue importante. A pesar
de las molestias perseguibles causadas por el gas, Mitsuteru, como la mayoría
de los entrevistados, no se molestó en preguntar a otros pasajeros qué estaba
pasando, (a pesar de intuir que algo malo estaba pasando). Siendo que, prefirió
esperar hasta la siguiente parada para cambiar de tren y alejarse de la
situación, hasta las personas desmayadas se quedaron ahí, tiradas, sin recibir
atención hasta mucho tiempo después. “Nadie dijo nada, todo el mundo estaba
tan tranquilo”. Sin comunicación, sin respuesta. (Créanme cuando les digo
que, si esto hubiera pasado en mi lado del charco, la gente no pararía de
gritar, intentaría salirse, levantar a las personas que perdieron el
conocimiento por inhalar el gas o exigirían a las autoridades qué es lo que
está pasando. Vaya, luego los poblanos hacen más drama por menos).
Literatura periodística sin drama
“Undeground” de
Haruki Murakami, es de los pocos textos de no ficción del autor, A lo largo de
1996, se realizaron entrevistas grabadas, luego se transcribieron y
posteriormente editadas. Antes de su publicación, el borrador de las
entrevistas se envió a los entrevistados para verificar los hechos y
permitirles eliminar cualquier parte que no quisieran publicar. En todas las
páginas, los personajes no solo muestran su frustración, dolor o impavidez. La
obra trata sobre obsesiones extremas como la puntualidad, la pulcritud, el
silencio o el desprendimiento social, como lo indica el título; no obstante, Murakami
señala que todo el mundo lo hace hasta cierto punto, él mismo incluido,
aceptando la "narrativa" de otra persona en lugar de asumir la
responsabilidad de crear la suya propia.
En el libro,
Murakami demuestra su fascinación por la gente corriente, sus conciudadanos,
cuyas vidas cambian inquietantemente por circunstancias extraordinarias. “Underground”
es un trabajo a medio camino entre el periodismo, la erudición y la psicología.
Los autores se pusieron en contacto con 62 supervivientes. Realizó entrevistas
largas y profundas con ellos individualmente durante hasta cuatro horas y
varias veces. Luego graba el testimonio en primera persona de cada
superviviente (como si el lector estuviera escuchando la voz de la víctima). El
trabajo duró más de un año.
Al comienzo de
cada entrevista, Murakami hace preguntas generales sobre la vida del
entrevistado para poder crear una imagen de él, que incluye antes de cada
entrevista. Lo hizo para "dar a cada persona una 'cara'" y así evitar
crear una "serie de voces distintas". Algunos críticos consideraron sus
entrevistas con las víctimas muy estilizadas mientras que sus entrevistas con
los miembros de Aum se volvieron deliberadamente más combativas. Algo en lo que
no estoy en contra.
No olviden a las víctimas
Pues, en primer
lugar, es escritor, claro que va a escribir de manera estética, pero nunca
censura o dramatiza nada, muestra tal cual sucedió, nada más que lo narra de
manera elegante para que todos nosotros podamos leerlo y empatizar más fácilmente.
Segundo, me da gusto que por lo menos Murakami no tuviera los pelos en la
lengua y les dijera sus verdades a los Amu. Dado que, muchos espectadores,
después de ver las noticias, donde explicaban que los atacantes fueron prominentes
químicos y profesionales y no daban nada de espacio a las víctimas, terminaron
por juzgar a priori a los terroristas como inocentes y pedían que no los
mataran, dejando de lado a todos los muertos y afectados en el fondo, como si
sus vidas no valieran nada o no fueran relevantes por el simple hecho de ser “comunes”.
El contexto es
el texto, la máxima que debemos considerar para evitar juicios a priori. Digo
esto porque algunos de los testimonios pueden sorprender a los lectores, como
el sobreviviente que sólo quería llegar a tiempo al trabajo, evitar a los
muertos y heridos y simplemente seguir con un día normal. O aquellos que no
están contentos con los cambios de vida para los que no estaban preparados. O
los recuerdos de una joven que recuerda ahogarse, vomitar, morir, pero nadie
dijo nada. Ni un grito ni una alarma. Dolor silencioso.
Si algo
distingue a los terroristas es su deseo de generar confusión y dolor, no tienen
empatía por los daños que hacen, saben lo que hacen, no están locos, únicamente
sensibilizados; no son fascinantes o ídolos, ya no son personas. Los
sobrevivientes como Mitsuteru son los que se llevan la peor parte, se quedan
con el agravio, la muerte y la dificultad de comprender la naturaleza de lo que
ha ocurrido; su mundo cambia, ya no pueden vivir en la misma sociedad monótona.
Éstas cuestiones son muy complejas como para intentar jibarizarlas en una
simple reseña, pero ya saben como soy, no me gusta esquivar los temas complicados.
Siempre que vean un documental sobre éste ataque y noten que le dedican más
tiempo al loco líder supremo detrás de todo más que a las muertes o
sobrevivientes, ahí no es. Los resultados son de alcance más lejano que el
ataque. Recuerden eso.
“Le digo honestamente que el día después del atentado le pedí el divorcio a mi mujer. Estábamos mal desde hacía tiempo y durante el viaje le había ido dando vueltas al asunto. Había tomado la decisión de decírselo nada más regresar y, justo en ese momento, me pilló el atentado. A pesar de la gravedad de lo sucedido, ella apenas me hablaba. Llamé a casa para explicarle lo ocurrido, cómo me encontraba, en fin, todos los detalles. Casi no reaccionó. Es posible que no lograse hacerse una idea exacta de lo que había pasado pero en ese momento me di cuenta de que habíamos llegado a un punto de no retorno. O quizás el estado en el que yo me encontraba me hacía verlo así. Sí, es probable que más bien se tratara de eso. Abordé el asunto sin más dilación y le pedí el divorcio. Si no hubiera ocurrido el atentado, no lo habría hecho tan de improviso. Puede incluso que no le hubiera dicho nada.”
Las cicatrices que dejan las sectas
En “Underground”
de Haruki Murakami, con el testimonio de Mitsuteru y muchísimas más,
convertidas en relatos cortos en los que el Murakami se convierte en el
narrador, conseguimos una visión que va más allá de los hechos. Eso sí, sin
dejar ese retrato de la sociedad japonesa actual, con sus rutinas y costumbres
diarias, para que podamos trasladarnos un día cualquiera a este momento de
confusión y ruptura; siempre con esa elegancia que caracteriza su escritura, no
buscando información impactante, sino contándola de forma natural y dejando
atrapar al lector en el torbellino de emociones que libera esta lectura.
Como tengo la versión
en español, no tengo la segunda parte en la que entrevista a los criminales,
pero por lo que he leído, Murakami quiere averiguar que tan cierta es la información
que ellos dicen y los medios relatan, teniendo un rol más de entrevistador
periodístico que de narrador, siendo más activo en las preguntas que hace y
hacia donde quiere dirigir las respuestas; aunque nunca llegando a justificar o
juzgar, dejando que los hechos hablen por sí solos. Como buen periodista,
levantando la alfombra y prendiendo la luz para que las cucarachas salgan de su
escondite. Tenemos una antología coral de vidas que cambian radicalmente en un
día cualquiera, como si juntara las piezas de un complejo rompecabezas para
asegurar que todos tengamos una visión más completa de la vida y sociedad
japonesa en tiempos de crisis, dolor, duelo, resiliencia y esperanza.
囧
¡Libéranos! ¡Donde
fluye leche y miel! Dios, que pedazo de obra maestra de la humanidad es esa
película. ¿En que estoy? Ah, sí. Pues la próxima semana sale la última
publicación del Mes Murakami, no se preocupen, se vienen más cosas. Solo si me
siguen en @SofiaLuCa18. Lean los términos y condiciones antes de hacerlo, es
broma, nadie los lee de todos modos.
Referencias bibliográficas
- Cortés García, R. (2017, Septiembre 10). “Underground”: El libro más duro y realista de haruki murakami. Viviendo Mil Vidas; WordPress. https://viviendomilvidas.wordpress.com/2017/09/10/underground-el-libro-mas-duro-y-realista-de-haruki-murakami/
- El Español - El Cultural. (2014, Octubre 3). Murakami da voz a las víctimas del atentado del metro de Tokio. Elespanol.com; El Español. https://www.elespanol.com/el-cultural/letras/20141003/murakami-da-voz-victimas-atentado-metro-tokio/7499582_0.html
- Haruki Murakami, & Letellier, D. (2014). Underground (p. 519). Belfond, Dl. https://underpost.net/ir/pdf/cy3/underground-haruki-murakami.pdf (Trabajo original publicado en 1997).
- Mientrasleo. (2015, Enero 20). Underground. haruki murakami | entre montones de libros. Underground. Haruki Murakami | Entre Montones de Libros; Blogger. http://entremontonesdelibros.blogspot.com/2015/01/underground-haruki-murakami-mientrasleo.html
- Redacción. (2014, Noviembre 13). Urderground: cicatrices ocultas de un atentado bajo tierra. Www.ecuavisa.com; Ecuavisa. https://www.ecuavisa.com/noticias/urderground-cicatrices-ocultas-atentado-bajo-tierra-XREC88635
- Wikipedia Contributors. (2018, Septiembre 22). Underground (Murakami book). Wikipedia; Wikimedia Foundation. https://en.wikipedia.org/wiki/Underground_(Murakami_book)
Comentarios
Publicar un comentario