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Hablemos de: “Hombres sin mujeres” de Haruki Murakami; porque los hombres de verdad reconocen sus sentimientos

¡Bienvenidos al mes Murakami de éste año! En este mes pienso traerles varios cuentos, al igual que hicimos el año pasado, ya que como sabrán, las reseñas de relatos cortos son más rápidos de hacer que de las novelas, pero si desean que para el año que viene abarque más novelas de Murakami en lugar de cuentos, téngalo por seguro, de todos modos, tengo dos libros pendientes de él y para nuestra suerte, el vato saca tantos libros y a la misma velocidad que Stephen King, así que tendremos meses Murakami para rato. En fin, si eres reciente por este portal y con el autor, recomiendo encarecidamente que leas todos los relatos que he analizado de este genio y de paso comentes y te unas a nuestro aquelarre, este es un espacio seguro para todos los lectores.

Contexto de la obra y el autor (para quien no lo sepa)

Hombres sin mujeres (女のいない男た, Onna no inai otokotachi) es una serie de relatos del 2014, (curiosamente publicado en el día de mi cumpleaños) del escritor japonés Haruki Murakami, que fue traducida y publicada en inglés en 2017; dichas narraciones abordan a diferentes hombres que han perdido a sus mujeres durante sus vidas, usualmente a causa de otros hombres o debido a la muerte. Como dato curioso, la colección tiene el mismo título que la segunda serie de relatos de Ernest Hemingway. Siendo el último cuento, el que le da nombre a la novela recopilatoria, quizás no sea el cuento más famoso de ésta colección, pues de estos siete, hasta donde sé, solo una ha recibido adaptación a película (la cual casi se lleva el Óscar en 2021 y sí se llevó varios premios alrededor del mundo). El caso, que preferí primero leerme este cuento y luego el otro antes de verme la película, porque si no siento que me traiciono, si saben a lo que me refiero.
 
Ahora, para este punto, si estás en el mundillo de la literatura, es casi imposible que no hayas tan siquiera escuchado su nombre; Haruki Murakami (Kioto, 1949) es uno de mis escritores japoneses favoritos, está en la categoría de prestigio ganador de varios premios, incluido un Franz Kafka y es mundialmente conocido como “el eterno nominado al nobel de literatura”, pues cada año que pasa lo nominan y nunca lo premian, a mí se me hace que porque hay mano negra ahí en los jueces. Su género literario es la literatura de ficción y el realismo histérico. Y si uno lee sus textos se puede notar que tiene una admitida obsesión con los gatos donde suelen tener algún papel importante en sus obras, tales como sus dos más conocidas, Tokio Blues (1987) y Kafka en la orilla (2002); además de que es evidente que siente atraído por la cultura occidental, ama el Jazz, Hollywood y los Beatles. Esto genera incomprensión en su país de origen y lo llevó a trasladarse a los Estados Unidos.
 
Es comprensible que no a todos les guste dado que tiene un estilo muy peculiar, tan marcado e identificable, inclusive lo compararía en situación con Tim Burton o Allan Poe, donde o te puedes dejar envolver en la extravagancia de sus relatos y puede que realmente te gusta lo que hacen o simplemente su estructura y estilo de historias harán que en definitiva no te guste así que si este es tu primer acercamiento con Murakami, considero como un buen inicio, ya que tiene textos más bizarros y complejos que este, pero si te gusta más lo humano y romántico, creo que tanto éste texto como el de Drive My Car, pueden ser un acercamiento más ameno que Rana salva a Tokyo, Hombre de Hielo o “El fin de mundo y un despiadado país de las maravillas”, por ejemplo.
 

Sinopsis

En el cuento principal, tenemos al protagonista, narrado en primera persona, cuando descubre que su amor de secundaria se acaba de suicidar, a la que tampoco se nos dice su nombre, únicamente su inicial, M.
Siete relatos en torno al aislamiento y la soledad que preceden o siguen a la relación̤ amorosa: hombres que han perdido a una mujer, o cuya relación̤ ha estado marcada por el desencuentro, asisten inermes al regreso de los fantasmas del pasado, viven el enamoramiento como una enfermedad letal, son incapaces de establecer una comunicación̤ plena con la pareja, o ven extrañąmente interrumpida su historia de amor. Otros experimentan atormentados amores no correspondidos o, incluso, como en el relato protagonizado por una metamorfosis kafkiana, desconocen todavía los mecanismos del afecto y del sexo. Sin embargo, las verdaderas protagonistas de estos relatos "llenos de guiños a los Beatles, el jazz, Kafka, Las mil y una noches o, en el caso del título, Hemingway", son ellas, las mujeres, que, misteriosas, irrumpen en la vida de los hombres para desaparecer, dejando una huella imborrable en la vida de aquellos que las han amado, o de los que, al menos, intentaron amarlas.”

Un “male gaze” hecho bien

Ahora con tanta toxicidad que hay cada cierto tiempo en redes, en especial con el no oficial fenómeno de “plaga de hombres solitarios”, cada vez parece que los autoproclamados expertos en masculinidad, quieren hacer retroceder 3 pueblos lo que se ha avanzado acerca de la decencia humana y la salud mental; siendo esa una de las razones que cuentos como estos me parecen pertinentes, porque con estos Murakami, a pesar de los matices machistas que tiene la cultura japonesa, trata de romper esas barreras, a veces autoimpuestas por los mismos hombres, para poder demostrarse duros o valiosos, cuando en realidad lo que pasa es que se terminan haciendo daño y tarde o temprano lastimando a los demás.
 
En este, un hombre recibe por teléfono la triste noticia de que su ex esposa se ha suicidado, lo que provoca que recuerdos y escenas que ya había olvidado y que parecían tener escasa importancia para él, resurjan en su memoria; Con el desarrollo de los recuerdos del protagonista, habla de manera autónoma sobre esos hombres aislados, desamparados, que se hallan desorientados porque no logran estar con la mujer que anhelan. Sin embargo, no les escupen su veneno, las culpan o las acusan de ser malas mujeres, unas mal agradecidas o lo peor del mundo, como cualquiera que sufre de un desamor; Murakami aprovecha con éste personaje el demostrar que está bien que los hombres experimenten de manera más abierta sus emociones más vulnerables y que, en su lugar, eso no los hace menos al valiosos como “hombres masculinos”, todo lo contrario.
 
Y eso, en mi opinión, este cuento en específico es lo que debería ser el “male gaze”, en lugar de lo que se ha convertido, ahora la narrativa masculina se ha establecido como una forma de retratar y escribir a las mujeres de tal forma que a ellos los coloca en la situación de poder mientras que las mujeres son sexualizadas, tratadas como “ítems” que poseer y usar, y si no se quieren amoldar, son malas, interesadas. En esencia, la mirada masculina (male gaze) ve el cuerpo femenino como algo que el hombre heterosexual (o la sociedad patriarcal en su conjunto) puede observar, conquistar, poseer y utilizar para alcanzar sus objetivos. En cambio, si se usara la mirada masculina para encarnar valores más positivos para hombres (y su relación con las mujeres) de tal modo que puedan ser su yo auténtico sin ceder a las presiones de la mirada masculina, entonces puede ser una forma saludable de expresarse y celebrarse.
 
Al final, este cuento aborda el amor, la añoranza, el anhelo, la indiferencia, el desaliento y la pérdida; como siempre, Murakami utiliza un estilo de escritura sencillo pero contundente, detallando aspectos que parecen triviales e insignificantes, y provocando que el lector reflexione sobre lo que posee, lo que experimentó o cómo comprender el pasado para comprender el presente. Así, los relatos adoptan un estilo de fábula, con una moraleja y una conclusión que nos deja con la boca seca y el corazón roto por el acto de “sincericidio”, por así decirlo, que el escritor lleva a cabo en cada, evidenciando lo duro de la soledad y el desamor, pero lo sano de reconocerlo, hablarlo y sacarlo.
 “Convertirse en un hombre sin mujer es muy sencillo: basta con amar locamente a una mujer y que luego ella se marche a otra parte. (…) Todo sucede en un abrir y cerrar de ojos. Y una vez convertido en hombre sin mujer, el color de la soledad va tiñendo hasta lo más hondo de tu cuerpo.”

Cuando el mundo sobreorganizado no te permite disfrutar

Esas narraciones no son tradicionales para la cultura japonesa, quizás para los europeos, gringos y latinos (quizás nosotros disfrutemos más de ese “desorden placentero”), estos temas no nos son ajenos y tal vez tampoco nos parecen ajenas. No obstante, recordemos que Japón, en especial su capital, su gente habita en un sistema de capitalismo extremo, consumismo excesivo, producción excesiva y tecnología avanzada, por lo tanto residen en un sistema extremadamente organizado: nada deja de estar en su lugar, todo debe tener un orden ideal, desde la escuela más privilegiada, el trabajo mejor pagado y para los hombres, como mujeres, está la presión de tener pareja para considerarse exitoso.
 
Y eso no es algo de mi prejuicio, nada más basta con buscar entrevistas urbanas y de estuido a japoneses (tanto adultos como jóvenes) sobre cómo las presiones tradicionales se ejercen sobre ellos; y se puede crear el consenso de que la masculinidad tóxica en Japón se manifiesta a través de los roles de género tradicionales, la presión para reprimir las emociones y la devaluación de la expresión emocional y la vulnerabilidad masculina. Estas normas, a menudo reforzadas por la familia y la sociedad, pueden generar angustia emocional, negatividad internalizada y mecanismos de afrontamiento poco saludables. Dando como resultado que esta supresión conduzca a la ira internalizada, la depresión y la dificultad de establecer relaciones saludables. ¿Y quién puso ese sistema de creencias en marcha? Pues claramente los hombres que estaban en el poder, porque claramente ellos no creían que las mujeres tenían derecho a opinar u aportar, así que, si el feminismo invita a que los hombres piensen al revés, este cuento invita a pensar a los hombres sobre el sí mismos y sobre amor hacia las mujeres al revés.

El suicidio, eso que nos afecta a todos

Muchas personas hablan de Japón y su taza de suicidios como si fuera una curiosidad perturbadora pero hay un trasfondo de esto, más allá del honor o cuestiones religiosas; pues como mencioné en el punto anterior, es la vida tan mecánica y las presiones masculinas negativas un factor casi determinante para que casi 20 hombres japoneses se suiciden al día, ¡AL DÍA! Seguro más de una ocasión has escuchado a algún sujeto usar el argumento del suicidio en hombres para menospreciar el sufrimiento femenino, pero es que la realidad, al menos en Japón y Estados Unidos, es que la mayoría de hombres que se quitan la vida es por acoso de sus compañeros, ya sea por su físico o personalidades “poco masculinas” o porque sufrieron algún abuso y que por los mismos estándares de suprimir emociones y la vergüenza lo que los termina arrinconando al límite.
 
Y en el caso de las mujeres, en este caso, japonesas, no es muy diferente al de los hombres, pues igual sufren acoso por “exponerse”, al resistirse o negarse a un pretendiente que no entiende que NO es una respuesta completa o porque las sociedad les recuerda constantemente que no están a la altura de ser ejemplares o para ser amadas; sé que existen muchos otros factores para el suicidio, como el aislamiento, las deudas o el arrepentimiento, pero estoy mencionando los factores más comunes y que conciernen a la temática del cuento. Cómo las personas influyen en nosotros, sin importar que sus acciones nos afecten o no directamente.
 
Y en “Hombres sin mujeres”, no deja de ser relevante el tabú de las enfermedades mentales y el suicidio en Japón, y que, a pesar de ser una sociedad mega informada, no saben comprender ambas; pues a lo largo del texto se dan pequeñas pistas de que M podría ser bipolar o psicológicamente vulnerable y el protagonista simplemente la ve como una chica muy intensa y extraña y que le cuesta entender por qué tomó esa decisión. Porque, al final, las personas pueden quitarse la vida por muchas razones como podemos ver, sin embargo, la principal motivación es querer dar una solución definitiva a una situación asfixiante; las personas que se quedan, creen que es un castigo para ellos, cuando en la mayoría de los casos es tratar de aliviar algún tormento que la persona afectada, después de meditarlo mucho, cree que no hay otra solución más que irse de esa manera. Y por más que dichas personas intenten evitarlo, las personas que realmente las aman, lo sufren y lo más sano que pueden hacer es reconocerlo, comprenderlo, si es necesario, perdonarlo y seguir, para que la memoria de esa persona siga viva en nosotros.

Conclusión

Murakami busca exponer el aislamiento tras la pérdida súbita de un ser querido, y sus consecuencias emocionales en los hombres que han perdido a una mujer, ya sea porque ella terminó su relación inicial con él para comenzar una nueva relación con otro, porque se refiere a amores no retribuidos o desencuentros amorosos, o simplemente porque la mujer ha decidido irse de éste mundo, dejando dolor detrás.
Al fin y al cabo, perder a una mujer consistía en eso. Perder esos momentos especiales que invalidaban la realidad, aun estando integrados en ella.”

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¿Qué les pareció? No fue el cuento más optimista para empezar, pero pues aleatorio y es el que salió, ya el de la próxima semana será un poco más alegre, o al menos eso espero, en comparación a este. 
 
@SofiaLuCa18 es mi firma.

Referencias bibliográficas

  1. Haruki Murakami, & Gabriel Álvarez Martínez. (2016). Hombres sin mujeres (2nd ed., Vols. 3–16, p. 176). Barcelona] Maxi Tusquets. https://escribiendocine2.cdn.net.ar/i1700/escribiendocine2/files/13/1388/8482c4435a5a9cd1a6a149606e46f8b5c27b5ed776b593e29bfb91fc6abcb3ba.pdf (Libro originalmente publicado en 2014).
  2. Maggiani, S. (2019, Mayo 2). Book review Hombres sin mujeres - Mujeres Que Leen - Reseña. Mujeres Que Leen; Entre Editores. https://www.mujeresqueleen.com/2019/05/02/book-review-resena-hombres-sin-mujeres/
  3. Palacio, G. (2023, Noviembre 24). Reseña “Hombres sin mujeres” Haruki Murakami. Centro de Pensamiento Amazonias; cepam@unal.edu.co. https://pensamientoamazonias.com/resena-hombres-sin-mujeres-haruki-murakami/
  4. TORRES, L. G. (2015). “Hombres sin mujeres”, el último guiño de Haruki Murakami a Hemingway y Kafka. RTVE.es, 4(4). https://doi.org/1112561
  5. V., A. (2016, Mayo 12). Reseña | Hombres sin mujeres | Haruki Murakami. El Primer Capítulo; WordPress. https://elprimercapitulo.wordpress.com/2016/05/12/resena-hombres-sin-mujeres-haruki-murakami/ 

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