Hablemos de: “Hombre de hielo” de Haruki Murakami; una reflexión de las brechas de género

¡Y que llega otro 2x1! Esta vez no hay puñetazos sin guantes como la última vez, ahora les regalo lenguas de gato de chocolate y gelatina de sapo reventado cubierto con helado. Venga, vamos, se conocen la canción, y una y dos y un, dos tres… ¡Oigan no os valláis! Gracias, que retomo. En esta entrada nos toca hablar de otro cuento, en este caso japonés. Seguro han escuchado el nombre de este autor, especialmente por las adaptaciones de sus novelas, pero este sujetillo tiene unos cuantos ases bajo la manga; con ello me presento el primer cuento que leí del aclamado sensei.
 
DISCLEIMER: Esta entrada puede estar relacionada con otras que vendrán en un futuro, posiblemente un maratón de cuentos del autor en un mes específico. ¿Les suena? Muy bien, metámonos al ojo de la tormenta.

Contexto del cuento

El cuento protagonista de hoy, es una narración escrita por uno de los autores japoneses más famosos a nivel global, Haruki Murakami(1949); siempre candidato a los premios Nobel de literatura, nunca ganador, y la verdad es muy injusto. Porque el autor ha roto las barreras del idioma y cultura con sus historias imaginativas que tienen un estilo único y distintivo.
En sus obras, tanto sus novelas, tales como “Tokyo Blues” o “Kafka a la orilla del mar” y sus cuentos, como el que revisaremos hoy, es recurrente ver los temas de la soledad en sus personajes, el tiempo y el amor, específicamente el amor de pareja; al mismo tiempo que dichos personajes se ven involucrados en sucesos extraordinarios, los cuales son expuestos de manera natural.
 
El cuento vio la luz del día en su antología de relatos “Sauce ciego, mujer dormida” (2005), un compendio de 24 relatos que expresan en todo su esplendor el estilo del aclamado autor japonés; al autor le fascina introducir elementos fantásticos y oníricos, narrando con cierta ambigüedad lo que podría ser un sueño o la realidad, algo muy característico del género realismo mágico. Dando como resultado que se exploren otros lados ocultos en los actos más cotidianos o realidades que estamos acostumbrados a ver pero no se les da tanta reflexión como quizás deberían, especialmente en la sociedad japonesa; tales como la vulnerabilidad, las necesidades afecto, enfrentar el dolor, la sumisión y la complejidad de las vidas de pareja.
 
En “Hombre de hielo”, tenemos a dos personajes que se compenetran tan rápidamente que es sospechoso, el hombre de hielo aísla del mundo a la mujer de carne y calor debido a su inusual condición física, pues al él no tener familia ni amigos o un nombre, ella tampoco los debe tener; cuando se “aburren” de la monotonía, ella propone viajar al sur y ahí, él se siente cómodo, con sus amigos y logra intimar con ella a costa de ella dejar de ser lo que era antes, terminando sola. Sí, estamos ante un cuento que no es feliz, pues no es una circunstancia feliz.

Sinopsis

En resumidas cuentas, la historia está narrada por la protagonista, un personaje sin nombre, escrito en primera persona, que se “enamora” de un hombre de hielo.
Nos habla de cómo y dónde se conocieron, del rechazo de sus parientes para con su unión, de su día a día y, finalmente, de su viaje al polo sur. Allí, donde su marido se siente a gusto pero ella no, es donde esta narración termina al contarnos la protagonista cómo su cuerpo y ella misma se van convirtiendo en hielo sin remedio.

“Una víctima de una enfermedad contagiosa”

“Hombre de hielo” es un cuento de naturaleza narrativa, que forma parte de la literatura contemporánea, prevalece el uso del narrador en primera persona y, en este, caso los personajes son anónimos; dado que se nota que el autor quería usarlos como arquetipos de complejos humanos y carencias volitivas que todos hemos vivido o hemos conocido a alguien que las ha padecido. Ahora, que ya hay más conciencia (en cierto grado) sobre las relaciones tóxica de pareja, para algunos es impensable abandonarse por completo para darle gusto a alguien y hacerlo feliz; sin embargo, esto todavía sucede, porque nos hicieron creer que en el nombre del amor, debemos hacerlo todo y desvanecernos hasta el punto de no saber si la relación se trata de dos personas o de una.
En este aspecto, la protagonista no sabe quién asimiló a quién, pues ella, cegada por sus sentimientos y engatusada por la “solemnidad” del hombre de ensueño, no entiende a dónde partió o quién era ella inviernos atrás. ¿Tuvo libertad de elección? Por supuesto, aunque lo que cabe resaltar aquí es la falta de análisis que muchas veces cometemos al momento de tomar una decisión y luego toparnos con un resultado que no esperábamos, o quizás sí, pero preferíamos ignorar porque era menos doloroso y molesto. Como ya hablé antes al respecto de la domesticación del amor, donde uno alabar al otro sin cesar, cosa que hace nuestra protagonista; dado que ella, con tal de adaptarse a ese misterioso y atractivo hombre, deja sus amistades, familia o desarrollo más allá de él.
 
Siendo así que, lo que este cuento nos intenta explicar, a través de sus arquetipos de mujer corazón y hombre hielo, es ese miedo a estar solos, a tal punto que la narradora cree que debe depender siempre de él; así, paulatinamente, se da cuenta que su relación era meramente egoísta, perdiendo ella el calor de manera inconsciente. Ella genuinamente quería conocerlo pero él fue reticente con ella; en su lugar, él la conocía por completo, toda su vida, no le interesaba el futuro, únicamente contener y encerrar el pasado, después de todo, esa es la esencia del hielo, congelar las cosas, como si estuvieran vivas, conservar su pureza.
Al final, la frialdad se vuelve parte de todo el aspecto de la vida de ella, inclusive la narración está conjugada en el tiempo pasado, su vida se anula, hasta el punto de querer buscar intensidades más frías, hasta que ella se siente cosificada por esa pareja sin futuro, se estanca junto al hombre, sumergiéndose en la completa inacción. Tan golpeada por el hastío que el embarazo no la puede hacer feliz.
En otros pocos ese cambio se queda adentro y crece hasta cierto límite, congelando, quemando insidioso como un hielo intrauterino. Afortunadamente estas fusiones no se dan siempre.” (Chimal, A. 2018).

“Me sentía invadida por el desconcierto”

Por lo tanto, su relación se comienza a idealizar, él amaba lo que ella era en el presente y ella lo amaba sin pasado. En consecuencia, en su relación, cuando estaban en la ciudad, él era el que salía mientras que ella se tenía que conformar con estar sola, sin amigos o familia; del mismo modo, cuando se mudan al Sur, él se adapta a su hogar ideal y poco a poco comienza a dejarla de lado, padeciendo en un mundo donde ella solo es una reiteración, una sobre de días idénticos, dejando de ser interesante para él y para ella misma. Al final, llegan a un paraje ideal para el “Hombre de hielo” y su descendencia pero no para ella, se quedan en un pueblo que sólo entienden y quieren al hombre de hielo pero a ella no; resultando en que ella se aísle en un pasado lejos de un futuro, un lugar sin movimiento.
 
Como vemos, su relación siempre se trató de aislamiento, él le ofrecía poco y ella acepta lo que daba con tal de sentir que podría retenerlo; sumándole a que su madre, hermanas y amigas se vuelven “villanas” por no querer comprender lo diferentes que ellos eran, preocupadas que él podría derretirse y ella no tendría la posibilidad de hacer las cosas que le gustan con tal de “cuidarlo”. Por esto mismo, al haber poca convivencia, conversación y sentido de futuro, su relación se torna meramente física, otra alarma de una relación tóxica, ella se refiere a su “bloque” de hielo como una herramienta que tiene el pasado de mucha gente; evidenciando así que el ha tenido otras parejas y relaciones pero ella no tiene esa posibilidad, a parte, ella no se embarazaba en su mundo, pero sí en el de él.
A mí, ahora, apenas me queda corazón. Mi calor ya se ha esfumado en la distancia. Incluso a veces me olvido de que alguna vez lo tuve. Pero aún puedo llorar. Estoy verdaderamente sola. En el lugar más frío y solitario del planeta.

Amiga, date cuenta

Hablando del pasado, un aspecto importante en la obra, éste no es solo una forma poética de hablar sobre el hombre de hielo; puesto que, podríamos intuir que el viaje al Polo Sur no es un método del marido de “enfriar” a su esposa, sino porque representa un pasado que tanto él como ella no han podido dejar atrás, quizás es por eso por lo que el hombre ya la conocía desde antes, por eso el bebé la congela desde adentro; ese es el motivo por el cual ella sentía miedo de ir, porque él no quería cambiar y ella no quería olvidar el pasado. Al final, ella se convirtió en pasado, quedándose atrapada en el hielo del “amor” de su marido.
 
Al quedarse en el pasado, niegan una vida de recreación, ella lo hace parte de su amor, ciertamente él la consuela cuando llora, vaya, tampoco es idiota, pero, nuevamente, ella le justifica, argumentando que esa es su forma extraña de actuar; cegando la naturaleza letárgica de su marido, que recuerda el pasado a ella como una forma de interrupción del presente, por eso se adapta al Sur, porque esa es la tierra del pasado, porque carece de cualquier impulso vital humano, esto conlleva a que ella, a pesar de estar viva, no sea vital. Si quisiéramos darle un sentido aún más lógico, estamos ante un relato de una pareja que amaba sentimentalmente por un lado (ella) y otra meramente física (él), ella ignora las advertencias de quienes la quieren, se muda con esta persona de la que sabe poco, se mudan, él la abandona estando embarazada y ella, herida e ignorada se congela en ese pasado que tanto amaba.
Pero el viento que viene soplando de alguna parte se lleva atrás, muy atrás, hacia el pasado, sus palabras convertidas en hielo blanco. Yo lloro. Continúo derramando lagrimones de hielo. En una casa de hielo del Polo Sur congelada en la distancia.

“El hombre de hielo sólo era frío”

Puedo comprender que muchos se hagan para atrás con su forma de narrar, dado que su literatura fantástica puede ser más cerebral, en el sentido de que es muy racional; no obstante, creo que eso también la hace interesante, pues, en su extensión, no falla en atraparte en su red de extrañeza, tomas el relato como algo verídico y posible, a pesar de que la historia es una vivencia que sale de lo común, la situación que intenta explicar a través de la fantasía es muy real. “Hombre de hielo" es un relato que nos invita a entender una situación tan real como una enfermedad tan silenciosa, lenta y fría, como lo es la violencia doméstica.
 
En conclusión, la historia nos invita a reflexionar a través de una relación insólita como en una relación, especialmente las mujeres, terminan sin vida social, persuadidas a dejar sus vínculos familiares y vías de escape de la relación, convertidas en meras fuentes de placer carnal y condenadas a vivir en un Polo Sur; en una relación donde, aparentemente el amor es sincero por parte de sus parejas masculinas, pero sin nada que ofrecer para mejorar la relación y sus vidas.

ºلº

Vaya, vaya, Tacubaya. ¿Quién diría que un cuento de menos de 8 cuartillas sería tan profundo? Es eso o simplemente me ando inventando cosas y veo cosas que nada que ver, eso sería posible, pero mi madre ya me hizo estudios. Y salí bien, nada más con una sinusitis bien cargada pero hasta ahí. Desde que conocí las obra de Murakami, me había conformado con sus novelas pero no le había dado chance a sus cuentos y me alegra que el primer cuento que leo de él sea éste, porque vaya que tiene mucha tela de dónde cortar, quizás me sirva de inspiración para escribir algo también. Ya veremos. 
 
Ojalá lo hayan disfrutado y les haya dado escalofríos para esta temporada de fríos, calabazas, esqueletos de azúcar, amor y luces. Todo perfecto, ¿no les parece? ¿Saben qué es más perfecto? Seguirme en todas mis redes, recuerden, @SofiaLuCa18 hasta el fin de los tiempos.

Referencias bibliográficas

  1. Chimal, A. (2018, Agosto 3). El hombre de hielo. Las Historias; WordPress. https://www.lashistorias.com.mx/index.php/el-hombre-de-hielo/
  2. Dalfour, J. (2018, Enero 2). Busco Editorial: El hombre de hielo. Busco Editorial; Blogger. https://buscoeditorial.blogspot.com/2018/01/el-hombre-de-hielo.html
  3.  Neira, J. (2005). Murakami, Haruki - El Hombre de Hielo | PDF | Nieve | Amor. Scribd; Planeta De Libros. https://es.scribd.com/document/51724961/Murakami-Haruki-El-Hombre-De-Hielo

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