Me han dicho que lo único que
necesitamos para ser filósofos es tener la capacidad del asombro, no dar todo
por sentado, preguntarnos: ¿para qué? ¿qué es? ¿cómo se hace? ¿yo puedo? Cuando
dicen asombro, inconscientemente lo asociamos con los niños, pero
¿los niños son sólo asombro?
Dependiendo de la cultura, familia,
contexto y experiencias; hemos catalogando los niños con adjetivos positivos
como: inocencia, ilusión, fe ciega, juegos y compasión. Entonces para no perder
nuestro asombro, no, para volver a despertar nuestro asombro ¿debemos ser como
niños? La gente utiliza la frase: “deja de ser un inmaduro/a” o “crece de una
vez” pero ¿por qué tengo qué crecer? Aún más ¿qué significa crecer de todos
modos? Sí tanto se alaba a los niños ¿por qué son forzadas a olvidar?
Yo he notado que se vive más feliz
como niño; no me refiero a estar en la flojera, sino a verlo todo como si fuera
nuevo todos los días, a contar y leer los libros como si recién los hubiera
adquirido. De vez en cuando estar en silencio, preguntar y preguntarme sin
miedo a las respuestas; no temer de hacer lo mismo o de no hacerlo.
Un niño perdona, pero no olvida,
tiene empatía con su entorno. No hay respuesta buenas o malas, sólo la
posibilidad de querer seguir aprendiendo y apreciarlo todo como si fuera nuevo.
Los seres humanos, desde tiempos
inmemorables, hemos buscado comprender nuestro mundo; no dar por sentado y
encontrar explicaciones, acaso ¿será por miedo? El miedo es una sensación
primitiva que nos ha acompañado en toda nuestra evolución. “El miedo sirve a
veces, te ayuda a pensar”; dijo una vez Odiseo a Aquiles, pero ¿es lo único que
hace? El miedo y la ignorancia, hace que magnifiquemos un fenómeno, por eso el
miedo no es inventado sino infundado, o sea, no se inventa por gusto, sino
porque buscamos darle una explicación a algo. Sin embargo, es difícil hacerse
preguntas sin recurrir a mitos, porque cada quien crea sus propios mitos/ritos
que para uno es lógico, pero para otra no lo es. Porque nuestro razonamiento,
en su mayoría, se transmite en nuestras experiencias y modo de pensar.
Supongo que es humano buscar
explicaciones naturales a nuestro entorno, pues la Naturaleza es esa compañía
que siempre ha estado ahí y al estar siempre ahí nos sorprende a la vez que nos
acostumbramos a ella.
Por ende, al no saber vivir sin
explicaciones, cuando nos enfrentamos ante un fenómeno natural que no conocemos
o no comprendemos del todo, rápidamente nos aterra.
Supongo que por eso muchos humanos descartan de
su propia especie, porque somos impredecibles y buscamos juzgar para sentir
menos miedo.
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