Pues aquí
estamos, con el mes patrio, quienes me siguen en mis portales en la Matrix o han
leído la ventana sobre mí del blog, sabrán que no es un secreto que hago
voluntariado a medio tiempo en la fundación de fauna silvestre en Invictus y a inicios
de este mes se hizo un rescate histórico, y si no sabes de qué hablo, salte de
las piedras o deja de leer los chismes de Twitter y entérate de las cosas
importantes del mundo real. Pacus era el nombre del jaguar que rescatamos, y fue
el caso más complicado que ha tenido la fundación en mucho tiempo por sus
graves heridas y crítica condición debido a su edad y las heridas causadas por
un cazador. Estuvimos toda la semana atendiéndolo, curándolo, pero, como buen
jaguar decidió cuando y cómo controlar su vida y el día de ayer falleció, y en
su honor todo el equipo está trabajando en crear la Ley Pacus, para perseguir, sancionar
y condenar de manera más severa la caza furtiva de estos animales, pero para
cerrar, si quieren saber más de él, su captura, terapias intensivas y todo, les
recomiendo buscar en las noticias y redes de la fundación.
Pero les digo
esto, porque, mientras leía este libro al mismo tiempo que lo cuidábamos, me
hizo recordar como los felinos, grandes o pequeños son mirados por encima del
hombro, sufriendo menos empatía y amor que sus contrapartes caninas o animales más
“sumisos”; dado que este libro lo compré dos días antes de que este jaguar
llegara a mi vida. Ahora toda la fundación está de luto, y por un momento
pensaba no publicar la reseña, pero en honor al espíritu de titán de Pacus,
quiero dedicarle esta reseña; pues este libro, que en realidad es una
antología, celebra el ciclo de la vida de los felinos, y como el espíritu puede
sentirse imparable cuando tenemos a un gato a nuestro lado, grande o pequeño.
Hiro Arikawa lo ha hecho otra vez
“El gato que
decía adiós” es el regreso de Hiro Arikawa, la autora de “Crónicas del gato viajero”, que ya se ha convertido un clásico de la literatura
gatuna japonesa y del mundo; por si no lo habrán notado ya, en Japón, es fácil
sentir un amor especial por los felinos. Estos animales han sido asociados con
la familia imperial desde el periodo Heian, además, han inspirado leyendas,
seres fantásticos o han poblado decenas de relatos orales para ayudar a las
personas con las que se cruzaban; incluso en Japón, hay santuarios en honor a
ellos, como el de Nanku (Nagaoka).
No es sorprendente que estos michis sean ejes
narrativos en la literatura japonesa o de oriente. Con gran habilidad, logran transmitir con
precisión la precisión léxica y los recursos literarios ligeros que llegan como
una atención sensorial de la autora para transportarte a estos cuentos. Además,
cierres el libro con una sonrisa y un corazón calentito debido a la mirada
honesta, afectuosa y cordial de un mundo que puede curarse a sí mismo con
pequeñas acciones o compañías peludas. Te lo recomiendo si te gustan los
cuentos, los gatos y la literatura japonesa.
El libro está
compuesto por siete historias, como los siete dioses de la fortuna en Japón.
Quizás exista una cierta similitud entre los mininos y las deidades, ya que en
todas las narraciones estos seres se involucran en la vida de una persona para
mejorarla, reconducirla o marcar un punto de inflexión para el futuro. De esta
manera, podemos obtener historias desde su perspectiva y comprender su relación
con los seres humanos (incluso se hacen referencias a la obra "Yo soy
gato" del filósofo Soseki, un libro que ya me leí, pero aún no reseño,
quizás en un futuro lo haga, el año que viene quizás). Otros donde una
persona salva a un minino y profundiza en una relación casual pero necesaria.
De manera similar, existen múltiples menciones sobre los nekomata o la isla de
los gatos, situada en Japón.
“El gato que
decía adiós” nos muestra estos cuentos cuya literatura se vuelve simple, pues
la composición de los relatos varía en la perspectiva del narrador (persona o
michino), así como el uso de tópicos gatunos para cimentar el texto, le dan a
este una sensación de vida cotidiana y llena de emociones, dando como resultado
en una catarsis narrativa clara. Se podría decir que la antología de Arikawa
está colmada de una visión del mundo amable, que camina con seguridad, te mira
con astucia y muestra su visión del mundo, una más sencilla, noble y cálida;
todo un estilo es gatuno. La lectura de
esta obra es rápida, emocionante y superabsorbente; sin duda cada vez me gusta
más el estilo de Arikawa, pues va a lo que tiene que decir, sin darte vueltas
con palabras innecesarias, meciéndose desde los aspectos más casuales hasta
misteriosos de la vida cotidiana.
Sinopsis
Este delicioso
libro de relatos se centra en siete gatos y sus seres queridos, con el cambio
de estaciones en Japón como telón de fondo: La pequeña Spin le enseña al hombre que
la ha rescatado a lidiar con su recién nacida hija y cuidar a su pequeña
familia. Una colonia de gatos salvajes en una isla japonesa muestra
a un niño que no debe obstaculizar el camino de la naturaleza; el anciano Kota
planea convertirse en espíritu antes de irse al otro mundo para que su gente no
lo eche de menos nunca; y una familia queda sorprendida por la devoción de su
nueva mascota hacia su padre de familia, quien es distante y frío. Entre otras historias que le llegan a más de uno, a menos que tengas corazón de piedra.
Cuentos llenos de tacto y ligereza
¿Cuál es su
opinión sobre nosotros? Esa es la base de todos los textos que construye Hiro
Arikawa, siendo el resultado encantador, ambientado en el hermoso paisaje de
Japón durante el cambio de estaciones, llevándote a un mundo donde los gatos y
sus humanos entrelazan sus destinos de una manera única. La autora nos presenta
una serie de personajes fascinantes y sus adorables compañeros felinos a través
de siete relatos entrelazados. Este libro es ideal para aquellos que disfrutan
de historias llenas de amor y conexión. Me emocionó, me enterneció y me hizo
llorar, y cuando llegué a mi casa, tuve que abrazar a mis cuatro gatos como si
no hubiera un mañana.
Los cuentos de Arikawa son cortos y relajadores, pero no
por ello ausentes de sentimientos o mensajes, incluso si no eres una persona de
gatos o alérgico a la lectura pesada; quien nunca ha
amado a un michino no sabe lo que es el amor incondicional, y los gatos son
maestros de reflexión, decisiones y responsabilidades. Siempre se ha dicho que
los gatos son muy suyos, muy independientes, que no dan cariño o se muestran
esquivos, pero no, lo que sucede es que proyectamos nuestros defectos en un
animal muy suyo; cuando se necesita, el gato es un amigo cercano y afectuoso.
Son independientes, sin embargo, su amor es arrollador.
Leer esta colección de 7
historias cortas de gatos que narran el ciclo del nacimiento, la muerte, la
felicidad, la tristeza, el amor, las despedidas y el dolor me hizo recordar mi
propia experiencia personal con la pérdida de Pacus y otros gatos que he rescatado
de la calle. Sus muertes todavía me afectan, hasta el punto de que lloré mucho
al leer las últimas dos historias por lo mucho que me recordaba a ella.
Una lectura
para relajarse, distraerse y aprender un poco más sobre nuestros felinos; las
historias, escritas con un estilo sencillo y que tocan temas como el amor, la
lealtad, la camaradería, la familia y el duelo, varían en extensión y tono.
Estos cuentos de Hiro Arikawa rinden homenaje al encanto de los gatos,
mostrando el impacto y la tristeza de la pérdida, así como los devotos, sabios y
comunicativos que pueden ser los gatos. También muestran lo mucho que pueden
llegar a ser los gatos como mascotas familiares. Estos son los gatos a los que
nunca te olvidas de decir "adiós" antes de salir de casa o cerrar el
libro.
El gato que decía adiós
Pero no solo
encontraremos historias de gatos y humanos. Esta es la primera historia y la
que le da el nombre a la antología, aquí conoceremos a Kota, un gato que trama
un plan para convertirse en un espíritu antes de partir al otro mundo, después
de que Diana, la antigua gata de la familia menciona antes de morir sobre la
existencia de los nekomatas, espíritus gatunos que acompañan a sus dueños y los
cuidan desde el mundo espiritual, asegurándose de que su humano nunca lo eche
de menos; al inicio, sabemos que Kota fue un gatito rechazado, que ha sufrido
mucho, sobreviviendo a una vida de maltrato, hasta que es rescatado por un niño
y quedánse en esa casa, puesto que la madre del niño lo adora, volviéndose un gato
con un afecto incondicional a su familia.
Kota, es un
gato muy observador, y está atento a cada detalle y palabra, y al tratar de
descubrir como convertirse en nekomata, observa que los humanos hacen muchos
trámites al recibir los sobres por correo, por lo que intenta practicar su
firma, llenando todos los espacios que puede con sus huellas para estar listo
cuando llegue su sobre y pueda convertirse en nekomata. Al final, ese sobre
nunca llega y Kota se siente decepcionado de sí mismo, pues él se considera el
hermano mayor de su dueño y le preocupa que ahora no estará para cuidarlo; no
obstante, cuando nos ponemos en los zapatos de su dueño ya adulto, podemos imaginarnos
como Kota y Diana siguen ahí, en sus lágrimas, felicidad y asombro.
El gato de Schrödinger
La segunda
historia, igual tiene un comienzo triste, se trata de Spin, una pequeña gata
naranja que se cruza casualmente con Keisuke, un dibujante de manga de ficción
de regular éxito, quien está por convertirse en padre, pero se siente sumamente
aterrado e incapaz de realizar la tarea. Encuentra a Spin en una caja, debatiéndose
entre la vida y la muerte, pues fue abandonada por su madre y aún no ha sido
destetada. Siendo su situación la que apega a la compasión innata de Keisuke, decidiendo
quedársela. Enseñándole así, para sorpresa de su esposa, sobre cómo lidiar con
la paternidad y el cuidado de una familia, para adaptarse y
manejar las circunstancias más exigentes que conlleva ser padre.
Este cuento juega con el nombre del famoso experimento,
donde un gato está en una caja y no se sabe si el gato vive o muere si no se abre
la caja, dada la circunstancia de Spin, al mismo tiempo que está la sorpresa del
cariño, el encanto y la serendipia que Kaori descubre cuando Keisuke, en un
foro de internet usando un alias buscaba consejos y ayuda para cuidar a Spin,
desarrollando él más confianza en sí mismo y en las personas. Siendo Spin la
maestra de Keisuke para entrenarse para convertirse
en padre, ya que el gatito y la bebé que luego nace, crean un increíble vínculo
irrompible para toda la vida. Como dos hermanas.
Balance final falseado
Y no puedo
olvidar mencionar la extraña pero conmovedora historia de una familia
desconcertada por la devoción de su mascota, un gato llamado Tora, hacia un
padre distante y frío, lo cual les hará a los familiares y conocidos de los
protagonistas replantearse sus relaciones y encontrar la verdadera importancia
del amor y la conexión. Con su estilo cálido y lleno de empatía, la autora nos
brinda una exquisita celebración de la vida y de la presencia de los animales
amados a nuestro lado.
Así como en la
primera historia, conocemos a Tora desde bebé hasta su vejez, para luego
recibir a Ten, la nueva gatita de la familia que, a diferencia de Tora que es
más tranquilo y callado, la perfecta compañía para un anciano, Ten es la
apertura para la nueva generación de la familia, más enérgica y traviesa. A
diferencia de la historia de Kota, que está contado en primera persona, la
historia de Tora y Ten está en tercera persona, y tenemos a un humano estoico
en lugar de uno más abiertamente cariñoso, aunque las personalidades absurdas y
extrañas entre el señor y Tora se compaginaban perfectamente, haciendo que una
persona que ni siquiera disfrutara de los gatos, los terminara amando.
La isla de los gatos
Este cuento se
encuentra en primera persona, pero ahora contado por el niño Ryo, quien está pasando
por un proceso de cambio, pues ahora tiene una madrastra amorosa, Haruko, a
quien le cuesta referirse como su madre. Junto con su padre, un fotógrafo
freelance, tiene una misión en la Isla de los Gatos, hacer una breve excursión para
fotografiar a los animales de la isla, pues se está volviendo muy popular entre
los turistas. En ésta historia, no hay un gato domesticado que nos acompañe
sino uno feral y una señora bastante misteriosa, siendo en su entorno donde Ryo
aprende una lección crucial sobre la vida al aire libre.
Con ello, este
cuento maneja más abiertamente el tema principal del libro, que es la
observación de las personas a través de los ojos del gato; pues el infante,
tras interactuar con esta colonia de gatos salvajes en dicha isla aprende el
valor de respetar y no perturbar la naturaleza. Si te gustan mucho las
películas de Hayao Miyazaki, este cuento tiene toda ese aire de viaje de
madurez infantil, así como algunos discretos elementos mágicos y como, no se
puede humanizar a los animales, no obstante, eso no quita que son seres
sintientes y emotivos, con espíritu y lazos emocionales.
Maldito Tom
Este es el cuento más corto de la antología, pues dura 6 cuartillas, mientras que los demás oscilan entre los 30 y más de 40 páginas, pero no es menos interesante o profundo, pues estamos ante el texto más persoal de la autora, la cual no dudo que esté basado en sus propias vivencias con su gato, aunque de momento no encontré fotos de internet de ella con gatos o uno propio, no dudo que así sea.
Y todos los que tenemos gato
sabemos lo que es que de repente a nuestros felinos les llegue su espíritu nocturno
y niñero y nos puedan generar ciertas incomodidades, pues, después de todo, no
dejan de ser animales que, aún en su independencia, nos necesitan, así como nosotros
estamos igual. Está escrito en una naturaleza más lírica, como un poema, que
seguro en la traducción se puede perder el juego de palabras que Hiro Arikawa
pretendía, no obstante, la intención y el ambiente siguen palpables, a pesar de
las fronteras de la traducción. Así de habilidosa es la escritura de la autora.
Cuando se
profundiza más allá del nivel superficial, este poema explora los vínculos
humanos con los animales de maneras inesperadas, como el tener que despertarnos
a media noche, con su lenguaje silencioso pero siempre honesto; cuando creemos
que ellos no nos entienden o podemos ignorarlos, pero en el fondo sabemos que
tienen conciencia, y cuando hay amor de por medio, esos momentos tan banales,
con el tiempo se tornan realmente entrañables, como cuando nos acompañan en
momentos de crisis; siendo que la autora pone de ejemplo cómo le tocó vivir la
pandemia pero todo fue más llevadero gracias a Tom. Es una historia que perdura
y cambia con el tiempo.
El tiempo de Hachi y Un viaje de redención
Después de leer "The Travelling Cat Chronicles", que como
saben, disfruté mucho, los dos últimos cuentos nos vuelven a presentar a los
entrañables Nana y Hachi. Aunque estos textos, a diferencia de los demás, que
eran historias independientes, las sentí como esas escenas perdidas o eliminadas
cuando se limpia el primer borrador de un libro, pero no por ello son
irrelevantes, es más, me parece una pena que las quitaran del libro en cuestión,
pero por lo menos pudimos disfrutarlas en esta antología, como fragmentos
especiales.
Pero no te preocupes, que si no te leíste el primer libro,
no perderás el hilo de las historias, aunque sin duda tienen más impacto, en mi
opinión, si ya leíste la novela antes. En el caso de la primera historia, “El
tiempo de Hachi” tenemos más detalles sobre la vida de Hachi y el impacto que
tuvo en Satoru, así como se explora ese duelo de tener que dejar a una mascota
en otro hogar porque uno ya no puede cuidarlo; así, exploramos la vista de
Hachi y como aprende a amar tanto a su primer niño como al segundo niño, aunque
la tristeza sería inevitable tras llegar su terrible final. Reflexionado sobre
como siempre nos preguntamos si esa mascota nos recuerda después de tanto
tiempo, o si en algún futuro podremos reencontrarnos y que las cosas sean como
antes.
Por otro lado, en “Un viaje de redención”, Nana y Satoru visitan a un viejo
profesor en su camioneta plateada, pues Satoru después de adoptar a Nana y
pasar casi toda una vida juntos, Satoru ahora se ve otra vez en la encrucijada
de tener que buscar un nuevo hogar para Nana, por una enfermedad que le oculta
a todo el mundo, incluso a su gato, aunque Nana lo sospeche; acabando entonces
en la casa de este antiguo profesor que tiene de mascota a un gran danés, Lily,
pareciendo ser un buen hogar, sin embargo, a través de conversaciones y viajes
al pasado nos damos cuenta de los asuntos sin resolver de ambos hombres y cómo.
Al final Satoru,
decide no dejar a Nana con el profesor y el perro y decidir quedarse con Nana,
afrontando su miedo de otra vez tener que separarse de un gato por una
situación que no puede controlar; pues la idea de perder a un ser querido puede
destrozarte el corazón, y más aún a tu propia familia; después de todo, los
gatos son más que simples mascotas en la casa; son una extensión de la familia
y una parte de nuestra existencia cotidiana. Todo lo que nos ocurre, incluidos
los eventos que nos llevaron a lugares particulares, tiene un propósito y, con
el tiempo, resultará ser una bendición disfrazada.
Nada puede salir mal si hay un gato
Cada historia
utiliza la perspectiva de los gatos para transmitir el estado de ánimo general
de la narrativa, reflejando el comportamiento de los animales, algunos de los
cuales pueden ser crueles y otros son amigables. Me gusta lo único y realista
que es cada historia y su conjunto de circunstancias, el libro retrata la
conexión más profunda que existe entre los humanos y los animales, que es mayor
de lo que podemos imaginar; me gusta la cantidad de temas diferentes que se
muestran en la novela, a pesar de su trama relativamente simple. Los gatos son
maestros de la vida, que desarrollan un vínculo único con los humanos, más allá
de la alabanza, es un vínculo basado en la igualdad, serendipia, honestidad y
calma. Y como último comentario, adoro cómo está ilustrado el libro, con ese
arte de acuarela negra, pero para evitarme problemas decidí no ponerlas, así
que si quieren las acuarelas tendrán que comprarlo, ya verán.
(ミ^ᆽ^ミ)
¡El fin! Ya se
acabó y mientras literalmente mi gata me lame los dedos y ronronea a mi lado,
cerramos la entrega de hoy, sé que esperaban una reseña más enérgica o alegre
pero no estaba en el modo de hacerlo, pero tampoco quería una publicación
depresiva, Pacus no se merece eso. Así que, como este portal sigue siendo un
espacio gatruito, no puedo juntar fondos con esto, pero si lo comparten a sus
conocidos o divulgan la voz sobre el caso de Pacus, están haciendo más por un
cambio que vale más que un hashtag o una firma electrónica de change ORG. Me
despido, firma @SofiaLuCa18. Y les adjunto los otros textos gatunos que tengo,
por si les parece checarlos.
Referencias bibliográficas
- Hiro Arikawa. (2024). El Gato Que Decía Adiós (1st ed., pp. 7–250). LUMEN. (Libro originalmente publicado en abril 2024).
- Ludlow, S. (2024, Enero 27). El gato que venía del cielo; Hablemos de… la poesía, oraciones y caricias de Chibi. Blogspot.com; Blogger. http://elmundodesofialabruja.blogspot.com/2024/01/el-gato-que-venia-del-cielo-hablemos-de.html
- Ludlow, S. (2023, Junio 17). “The Travelling Cat Chronicles”; porque todos necesitamos un gato en la vida. Blogspot.com; Blogger. http://elmundodesofialabruja.blogspot.com/2023/06/the-travelling-cat-chronicles-porque.html
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