El último libro de Karen Dukess; mi primera decepción en mucho tiempo

Pocas cosas me duelen tanto como leer un libro del cual tenía muchas ganas y que luego me decepcione, no es lo mismo leer un libro que sabes que va a ser malo o que simplemente no te gustó porque no cumplió con lo que querías, pero cuando el libro te ilusiona para que a mitad de camino te dé una cachetada en la maldita cara y termine de manera básica se siente mal. Me gustaría que por lo menos este  libro hubiera sido tan malo que mi enojo valiera la pena, pero es que ni siquiera llega a eso, no llega a la mediocridad, pero no es ni siquiera regularmente bueno; la verdad solo me lo leí rápido para quitarme ya el mal sabor de boca y poder seguir con otros libros que me quiten esta mala sensación. Así que, por piedad a mí, terminemos ya de una buena vez.

Contexto del libro

Es el primer libro de la periodista y editora Karen Dukess, es nativa de Nueva York, la misma ciudad en donde ocurre gran parte de la historia, también se sabe que escribió muchos discursos sobre equidad de género para la ONU, y lo siento, suena como una superbuena persona y probablemente lo sea, pero en el libro no encontré nada de filosofía de equidad de género, lo cual me preocupa, pero ya entraré más en tema después. El libro está ambientado en los años 80 en Estados Unidos, por lo que claramente la forma de pensar de los personajes, la moda, los ambientes y el modo de trabajar se apega a esa realidad; aunque no mucho, solo muy por encima.
 
La protagonista es Eve Rosen, una chica judía que distancia mucho de su educación judía convencional, que busca desesperadamente ser reconocida como escritora, aunque no ha escrito casi nada (lo cual la atormenta constantemente), y como buen ambiente artístico, Eve trata de moverse a través de recomendaciones y palancas para asistir a la fiesta más snob neoyorkina del mundo literario gringo, una fiesta de disfraces y reuniones llamada “La fiesta del último libro”; la novela se enfoca más en las relaciones humanas, si es que puedo llamarlas así, que tiene Eve con la familia Grey, los amigos de esa familia y todos sus contactos. Creyendo que así, si está en ese círculo, algo de artístico se le pegará y podrá por fin salir de su bloqueo de escritora, pero aprenderá que lo que no se practica, no se logra.

Sinopsis

La sinopsis es tal cual la que viene en la contraportada, la edición que tengo es la de la editorial Planeta, así que, vamos allá.
A sus veinticinco años, Eve Rosen desea convertirse en escritora, aunque en realidad su futuro parece incierto al comienzo de ese caluroso verano neoyorquino de 1987. Está atrapada en un aburrido trabajo como asistente edi­torial y vive atormentada por la sombra de su brillante hermano mayor. Sin embargo, un giro del destino la ayuda a conseguir la oferta laboral que buscaba y un romance secreto que no estaba en sus planes.
El verano está por terminar y la escena editorial de Nue­va York suele organizar, año tras año, una fiesta a la que los invitados asisten disfrazados de personajes literarios. También es una tradición que el conflicto sea inevitable, y en esta ocasión Eve protagonizará un malentendido en el que se descubrirán incómodas verdades acerca de las relaciones profesionales y sentimentales de algunos invi­tados. El mundo literario al que tanto anhela pertenecer, definitivamente, no es lo que parece.”

Primero lo bueno, aunque sea poco

Como siempre trato de verle lo bueno a las cosas, cuando se puede, empecemos con lo positivo de éste relato; es que tenemos a una protagonista que ha crecido en un entorno complicado, como crecer en una familia judía tradicional que siempre menosprecia sus decisiones y su sueño de ser escritora y en cambio enaltece a su hermano mayor, un genio matemático, por lo que ella se esfuerza para cumplir su sueño. Es por ello que Eve, cuando ve la oportunidad de trabajar con Henry, un escritor estancado y su esposa Tillie, una poetisa de cara de pocos amigos, ve en ellos y en su círculo un mundo más liberal y bohemio, creyendo que si interactúa con ellos lo suficiente puede aprender algo de ellos y quizás convertirse en la escritora que sueña con ser.
 
Sin embargo, cambiar de esfera implica abandonar a otra, y mientras Eve trata de conciliar las discrepancias entre sus valores familiares y este mundo luminoso, ella adquiere la comprensión de los peligros de la ambición desmedida y la relevancia de tomar sus propias resoluciones acerca de quién desea ser; tiene una premisa bien contada y está bien escrito. Además de que no es tan intelectualmente pesada como para que debas tener un alto conocimiento de literatura clásica, universal o académica para entenderlo; con ello, lo hace más accesible y que de más cupo al drama entre los personajes, pero, es que. Ay, incluso dentro de lo bueno hay cosas malas y me frustra que no puedo decir algo bueno sin tener que decir lo malo, y que la gente diga tantas maravillas de este libro como si fuera escrito por Jospehine March me hace sospechar cada vez más.

Ahora sí, vamos con lo malo

Primero que todo, la verdad, es que incontables veces he visto que todos mencionan cómo ésta novela les recuerda a El Gran Gatsby, y sólo quiero preguntar, ¿qué Gran Gatsby leyeron? Porque en ésa novela se explora con mucha conciencia sobre el materialismo y el falos sueño americano que promueve la industria del cine y el entretenimiento con el concepto de las estrellas, ¿en ésta novela? Ni por asomo hay algo sobre algo parecido de la literatura, hay algún comentario sobre el proceso creativo o del trabajo de investigación pero, ¿Qué tenga alguna crítica o análisis o reflexión? No, para nada. En teoría, “El último libro” de Karen Dukess, celebra el amor por el contar historias al mismo tiempo que se enseña la amargura y las dificultades del mundo de la publicación y lo que toma crear una historia, o una novela.
Cantidad de las reseñas positivas que he leído, la catalogan como “sexy” e inteligente, y sí, las escenas de intimidad están bien contadas, sin llegar al porno, están claras pero si sen explícitas, eso es algo bueno para mí, pero ¿inteligente? El libro realmente era interesante cuando hablaba de libros, publicación y leer, pero esas partes eran pocas y muy a la ahí se va, por lo que, sí quieres tener un acercamiento al mundo detrás de la escritura, este libro sería un buen inicio pero sin duda alguna no es ni la más inteligente en hablar sobre el tan reservado mundo editorial, ni mucho menos el más realista o atrevido.
 
Pues la autora se enfoca más en las relaciones amorosas de Eve, (las cuales son bastante tóxicas y poco desarrolladas, ya después lo abarco), por lo tanto, se hace más tedioso. Luego la crítica también alaba a los personajes, como son seductores y carismáticos y lo audaz que es Eve. Lo siento pero, ningún personaje es lo suficientemente memorable para que dejen un impacto en tu cabeza y la mayoría no tiene nada de redimible; si esto fuera una novela de terror, me hubiera dado igual si les pasaba algo malo o no.
 
- Pero Sofía, no puedes ser tan estricta con el primer libro de una mujer que no es escritora de profesión.
 
Uno. Sí, sí puedo. Dos. Muchas mujeres que no eran escritoras de profesión sacaron una muy buena primera novela, tenemos a Anne Sewell o Louisa May Alcott en casos más “antiguos” o Anna Sólyom y Hiro Arikawa en más contemporáneos, es más, Becca Fitzpatrick era doctora antes de escribir una de las sagas de ángeles juveniles más famosas. Así que, sí se puede hacer una primera novela, que quizás no sea perfecta o un clásico instantáneo, pero por lo menos se puede hacer una que sea buena y no algo promedio que pretenda abarcar mucho y que poco aprieta.

Psicología de personajes (spoiler, no hay)

En el caso de Eve, creo que es uno de las peores protagonistas que he leído en un buen rato, (no canten victoria fanes de ACOTAR y Crepúsculo, que Bella y Feyre siguen en el puesto número uno). Y me genera mucho coraje porque era un personaje que daba todo el indicio de que iba a tener todo un arco de desarrollo, era interesante, con complejos, toda su personalidad y contexto la hacían una protagonista con la que identificarse o relacionarse, pero conforme va avanzando la historia, especialmente cuando se relaciona con Henry, es cuando su personaje cae, cae y cae y tarda mucho en levantarse, y no por si misma, sino por un hombre, Jeremy, un amigo del círculo bohemio. Por un lado, Eve habla siempre de cómo quiere ser escritora y siempre habla de ello y nunca lo hace; nunca, ni una sola vez en éste libro, realmente intenta de escribir, y aún así se rodea de neoyorkinos intelectuales clichés y egocéntricos que realmente escriben. Al principio compadecí a Eve cuando fue usada emocionalmente por Franny, un chico por el cual sentía un amor platónico al admirar su naturaleza libre, pero después tiene una relación ilícita con él padre de éste, Henry, su jefe, ahí su esencia se perdió por completo, toda su personalidad y desarrollo se fue por la borda, todo por un hombre.
 
Siendo únicamente intervenida por Jeremy, el amigo de la familia y que, aunque parece ser la única voz de la razón, Eve y su narrativa trata de ponerlo como el compañero menos adecuado y la peor influencia del mundo, pues es el único que, aparentemente comprende las inseguridades creativas de Eve pero no la rodea con un ambiente de fantasía y trata de hacerle ver que la escritura es un proceso entre talento y esfuerzo, pero sobre todo esfuerzo, no es una cosa mágica que se regala o contagia. Su único defecto, que forma parte de su arco narrativo, es que toma una idea de Henry y la adapta para usarla en su nueva novela, buscando mejorarla, tocando el tema de cuál es la línea entre inspiración, influencia, intertextualidad o plagio, pero nunca se ahonda, tampoco se explora sobre el pasado de los padres de ambos de la época del Holocausto, algo que si ha afectado a la vida de Jeremy y Eve parece que no se lo toma con seriedad; la autora da un brinco en el tiempo y ¡bum! La novela de Jeremy es un éxito y cómo ahora él es exitoso, y Eve aparentemente volvió a escribir y se da a libre interpretación si su relación es de colegas o llega a algo más. Jeremy fue el único personaje masculino que me pareció tolerable, pero para mi desgracia, solo aparece brevemente en la segunda, la mitad de la cuarta y sólo al final de la quinta parte.
 
Cosa que sucede con el personaje de Henry, que es tan indiferente y genérico como un personaje protagónico de Hallmark, que te lo plantean como un héroe literario, pero poco nos muestran de lo que escribe y te lo ponen como el amante ideal, incluso Eve trata de justificar el por qué engaña a su esposa, haciendo pintar la situación de porque Tillie no le presta la atención que él necesita, es culpa de la esposa y no de él o de ella, para luego hacerse la descorazonada cuando Henry, indirectamente, termina su relación con ella y se reconcilia con Tillie, quien luego revela que es bisexual y que tenía también un romance con Lane, otra poetisa del círculo.
Y esos, más el hermano mayor de Eve son de los pocos personajes que puedo recordar con claridad, porque hay otros personajes pero que son tan trascendentes como un trasunte en el fondo de una pintura. Él hermano de Eve, también tiene una trama interesante que casi no se aborda, su relación con Eve no es conflictiva, a menos que sea incitada por sus propios padres, quienes los comparan constantemente, pues éste chico también padece de las altas expectativas de sus padres y la presión de un seno familiar patriarcal como es una familia judía tradicional. Por lo que, por lo menos, fue refrescante que por lo menos éste sujeto no fuera tan despreciable como los demás personajes, él y Jeremy son los únicos rescatables de éste libro. Todos los personajes son unos títeres de clichés que Karen Dukess mueve como muñequitos en su cuarto para hacer la trama avance.

Ni intertextualidad o metaliteratura, nada, no hay, no existe

El libro tiene un total de 283 páginas, dividido en 5 partes, sin índice o notas de autor, pero sí incluye un apartado de agradecimientos, que por norma general lo leo, pero en ésta ocasión me la salté porque me niego a creer que tanta gente haya trabajado en este libro y pareciera escrito por mi yo del pasado de 12 años. Un libro de una editorial profesional no tiene derecho a parecerse en calidad a una novela corta que escribí en 1 mes. El caso, la novela está narrada en primera persona, la cual empezó como una voz interesante y sensible pero que poco a poco se vuelve angustiante, pues es una narradora que añora por hacer algo, pero nunca lo hace.
 
Como se dice en la sinopsis, está ambientado en Estados Unidos, en diferentes ciudades y en el lapso de los años 80, casi los noventa. Pero, de una vez digo que, de no aclararse que ocurre en esa época, de no ser por las obras que se mencionan dentro de la historia, no hay otro indicio que estamos en esa época, así que no habrá nada que evoque el ambiente de la época; por lo que, podría bien ocurrir en los 90 o los 70, pues la única pista de que no sería actual es que no hay presencia de internet. En espacios textuales es bastante genérico y lineal, bien construido y bien entendido, nada destacable y en cuanto a los espacios ficcionales, los abiertos suelen ser las playas, lagos y costas de las ciudades, así como las calles que Eve recorre en su bicicleta.
 
Mientras que en los espacios cerrados, gran parte de la trama nos la pasamos en la casa de Henry y Tillie, para luego variar en alguna biblioteca o la casa de los padres de Eve, algún viaje en coche que realiza con su hermano. Para variar, Eve no tiene verdaderas amigas o espacios propios, solo se rodea de hombres molestos que no hacen nada por preguntarle por los sueños de Eve, su vida, carrera, en su lugar, ellos hablan de sus sueños y sus necesidades, pero como ellos respiraban en su dirección, automáticamente significa que la aman. Eve es el tipo de personaje que me gustaría que se respetara más y que se diera cuenta que sólo porque un hombre te da una migaja de atención, aprovechándose de tu estado vulnerable no significa que te ama. ¿Ya ven por qué digo que no hay nada de equidad de género aquí? Entiendo que eran otros tiempos y que las mujeres la tenían difícil para entrar al mundo de la literatura, joe, la tenían difícil hace 200 años y lo tienen difícil ahora, pero la autora no lo explora ni lo refleja correctamente, casi como ese problema no existiera, como si fuera un mundo idílico y todos los problemas se solucionaran tan fácil.

Si esto es amor, mejor no quiero nada

“El último libro” se vende como “una carta de amor a la literatura”, pues como diría Elphaba, si esto es amor, mejor no quiero nada, si se hubiera reconocido al libro como un libro como un “coming of age”, que es lo que es, aunque no sea uno excelente, pero eso lo que es; porque como un homenaje al mundo de la literatura, es un estandarte muy alto, porque ni siquiera habla de más de un género literario, sobre movimientos creativos, protestas, los dilemas éticos, el tema de los derechos de autor, las fuentes de inspiración, el impacto y la importancia humana de contar historias. No hay nada de eso, sí para la autora eso es amor, no quiero saber de sus cartas de odio.
 
En el apartado de referencias bibliográficas les pongo algunos títulos que sin duda alguna hacen un mejor trabajo en, tanto hablar y explorar sobre el mundo de la literatura y las peripecias que es escribir una obra, intentar que te publiquen y todo lo que ocurre después y durante todo ese proceso, sin tapujos, con subidas y bajadas, al mismo tiempo que te cuentan una historia atrapante, con personajes que sí te importan y que sí se sienten reales.
(∩`-´)⊃━☆゚.*・。゚
Ay, que bien se siente poder desahogar todo esto, de vera créanme que quería que me gustara este libro, ya saben que siempre seré la primera en darle una oportunidad a los libros que no están en las listas de los más vendidos o son los que siempre ponen hasta atrás de las estanterías, pero esta vez no se pudo chicos, lo siento, así son las cosas. Ya saben que yo siempre soy tan objetiva como sea posible y si veo que algo es bueno, reconoceré que es bueno pero si algo es malo, lo voy a decir, sin importar a que me funen. Después de esto, voy a necesitar leer algo que tenga un gato como protagonista, quizás que sea escrito por un japonés y tenga a una protagonista simpática de por medio, sí, eso me ayudará.
 
Chao.
 
@SofiaLuCa18

Referencias bibliográficas

  1. Barreau, N. (2012). La sonrisa de las mujeres. Grupo Planeta Spain.
  2. Curran, J. (2010). Agatha Christie’s Secret Notebooks. Harper Collins.
  3. Dukess, K. (2020). El último libro. Planeta México.
  4. Gaarder, J., LorenzoA., & Kirsti Baggethun. (2010). El Mundo de Sofía : novela sobre la historia de la filosofía. Siruela, D.L.
  5. González Duque, A. (2020). La sociedad de la libélula (p. 264). Kindle. (Original work published 2018).
  6. Haruki Murakami, Rubin, J., & Gabriel, P. (2013). 1Q84 : novel. Vintage Books.
  7. Pearce, G., & Bailey, A. (2006). The making of Miss Potter. Frederick Warne.Tsugumi Ohba. (2010). Bakuman, Vol. 1. VIZ Media LLC.

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