Como bien
sabrán, y más si leyeron mi reseña anterior, uno de mis géneros favoritos es el
de las historias de gatos y sobre gatos, ya sea con características realistas
al tener un narrador humano o más fantasioso con un gato con voz antropomorfa y
humanizada, cada uno siempre único y diferente; aparte, me suelen gustar
historias de o con caballos, sin embargo, un género que suelo saltarme mucho es
el de los perros, pues la mayoría de esos libros suelen ser siempre las mismas,
tiernas y con tácticas para hacerte llorar y ponerte emocional o directamente
más infantiles y familiares, además de poco dadas a la innovación. Siendo
únicamente la excepción aquellos textos que relatan historias reales, por lo
que, después de varios libros de gatos de autores japoneses, este es el primer
libro japonés con un perro protagonista con el que tengo contacto directo, y
como por norma general, la literatura japonesa rara vez me decepciona, decidí
darle una oportunidad. Y agradezco la experiencia.
Contexto de la novela
El libro fue
originalmente publicado el 1.º de mayo de 2020, aunque ganó ese mismo año el
Premio Naoki, en realidad, por lo que pude ver en muchos foros, en el mundo
hispano no empezó a tener más relevancia hasta que salió su versión manga en
2022. El texto fue escrito por Tosihito Bando, aunque se conoce más por su
seudónimo, Seishu Hase, y que ha escrito muchas novelas negras y policíacas sobre
la yakuza, que han tenido mucho éxito en Japón y Estados Unidos, incluso
recibiendo una de sus novelas, “The City of Souls” (novela con la que
ganó el premio Yoshikawa Eiji en 1998), una adaptación al cine, además de
escribir los guiones de los videojuegos “Yakuza” y sus secuelas.
Como no me leí
el manga, dibujado y escrito por Takashi Murakami, sino la novela, no hablaré
de lleno de esa versión, más allá de que, por lo que veo, que es la versión que
la mayoría de la gente conoce y que le han dado muchísimos elogios. Por lo que
prefiero hablar sobre los “Puppy books”, el cual es uno de los tantos
subgéneros de la literatura de ficción, que se destaca por tener protagonistas
caninos, ya sea que el narrador sea omnisciente o el propio can sea el
narrador, dotándolo de lógica y lenguaje humano; del mismo modo que los “Kitty
books” (los libros de gatos) o los “Pony books” (lo mismo, pero con
caballos), muchos de estos textos provienen de nuestra relación con estos
animales, con la diferencia de que, mientras en gran parte de oriente tiene una
mayor conexión con los gatos, en las culturas occidentales se expresa una mayor
expresión de afecto por los perros.
Razón por la
cual casi no hay tantas historias japonesas centradas en canes, pero eso no significa
que ellos no conozcan expresar lo que un lomito puede expresar a través de su
cálido amor en nuestros peores momentos y como nos siguen a todos lados con
completa confianza. No me equivoco, (y eso que me equivoco bastante y muchas
veces), al declarar que ésta es una historia sumamente dura y angustiosa, que
presenta instantes específicos de consuelo y felicidad, pero que se encuentran
a continuación de una realidad que a muchos no nos agradaría vivir. Un viaje
repleto de espinas que realizaremos en compañía de un can de espíritu bondadoso
que no deja indiferente a ningún lector, ya sea que te gusten los perros o no.
Sinopsis
Y ahora sí, que
se abra el telón…
“Tras el tsunami de 2011, un hombre encuentra un pastor alemán callejero que se convierte en su fiel compañero y el de su madre, quien sufre demencia. Sin embargo, un día el joven muere en un accidente de tráfico y el animal es adoptado por otra persona, un ladrón. A lo largo de la historia, este perro hará de guardián para varios dueños, hasta encontrarse con su último amo, un niño que llevaba todo este tiempo buscándolo. Un emotivo relato que recorre Japón desde la zona afectada de Tohoku hasta Kyushu, mientras se cuenta la historia del épico viaje de un perro y sus diferentes cuidadores.”
Por ejemplo, si
repasamos algunos clásicos de la literatura occidental, podrían destacar
Colmillo Blanco, Milú (de Las aventuras de Tintín), Buck (de El llamado de lo
salvaje) o la icónica Lassie, siendo que tanto estas historias “serias” sobre
perros o las orientadas al público infantil, como Snoopy (de Peanuts) o de los
cuentos ilustrados, Clifford, el gran perro rojo, todos ellos están más
enfocadas en el heroísmo y lo que sería un perro ideal, séase valiente,
aventurero y eternamente leal; por lo que, siempre para mí, leer estas
historias, aunque las disfruto, se sienten más como una fantasía sobre cómo a
nosotros los humanos nos gustaría que se comportara un perro en lugar de cómo
realmente se siente un perro con nosotros.
Sabemos que la realidad
supera la ficción y sabemos centenares de testimonios increíbles sobre perros
asombrosos que han dejado huella en la historia o todos tenemos nuestra propia
historia con nuestro can que es sin duda una de nuestras memorias más preciadas
que tenemos, después de todo, los perros son de los animales que más rápido desarrollan
vínculos y apego por quienes les dan cariño genuino y cuidados; cuya presencia
nos da apoyo emocional y una sensación de seguridad, razón por la que, la gran
mayoría recurrimos a ellos, ya sea porque ellos nos rescaten de desastres
naturales o nosotros los recatemos de situaciones precarias.
Algo que esta
novela hizo que me gustara, incluso más que las obras que ya mencioné antes,
porque, aunque si tiene elementos increíbles, pero que aun así son posibles;
como el que Tamon recorra grandes kilómetros con tal de regresar a casa (los
que tenemos perros sabemos que la gran mayoría no tiene un tan buen sentido de
la orientación, razón principal por la que suelen perderse), aún tiene ese
toque realista sobre cómo nuestro lomito protagonista debe adaptarse y
redirigirse según las circunstancias que le toca vivir con las diferentes
personas que lo acogen. Después de todo, los perros dependen de nosotros para
sobrevivir, tanto física como emocionalmente, y nosotros, una vez que tenemos
uno, no lo podemos dejar ir, por más que deseemos que sean eternos.
Sin embargo, el
único defecto que pude encontrarle, aunque no del todo, porque ese detalle va
de la mano con su argumento agudo, es su minuciosidad y profundidad; pues en
ocasiones, las descripciones de escenarios, de acciones o rasgos de los
personajes humanos no son muy profundos, pero esto no oscurece su intención y
el mensaje que transmite, si acaso, para algunos hará la lectura más ágil y que
se les avivé más la imaginación. Con ello, “El chico y el perro” podría ser
visto como una novela de viaje extraordinaria y singular, con cierto realismo
mágico, en la que un espíritu bondadoso, tal como lo es el de un perro, Tamon aparece
en la vida de varios individuos y los transforma, mientras lleva a cabo su
propio recorrido espiritual hacia su hogar. A través de seis relatos paralelos
que finalmente se entrelazan, el autor nos cuenta las travesías de Tamon para
regresar a su hogar, donde conocerá a una variedad de individuos, sitios,
viviendas e incluso será rebautizado con una multitud de nombres.
El hombre y el perro
Ésta es la
primera historia, donde Kazu, un adulto joven tiene que ser el sustento de su
familia, que ha sufrido las consecuencias del maremoto del 11 de marzo de 2011
más la crisis de las plantas nucleares que hay cerca de su ciudad; pasando él
auténticas dificultades para poder subsistir al mismo tiempo que él y su hermana
Mayumi tratan de cuidar a su madre, que padece de un avanzado estado de
demencia senil. Su historia comienza una noche, durante una pequeña adquisición
en una tienda de conveniencia, Kazu se cruza con Tamon, quien parece no tener
dueño y se halla en un estado desolador. Kazu decide darle algo de comida.
Tras varios momentos
de convivencia, Kazu decide quedárselo cuando nota como su madre empieza a mejorar
enormemente de salud con la presencia de Tamon, además de que, aparentemente le
da suerte a Kazu con sus pequeñas misiones; siendo en una de estas misiones
donde debe darle aventón por 3 días a un grupo de ladrones que asaltan varios
bancos y locales de la ciudad. Sin embargo, en el último atraco, Kazu y los
ladrones en compañía de Tamon, son atacados por yakuzas, lo que desencadena un
accidente automovilísico que termina con la vida de Kazu y Tamon siendo robado
por uno de los ladrones, Miguel. De no ser porque Tamon buscaba a su auténtica
familia, la verdad tenía unas ganas enormes de que Tamon se quedara con Kazu y
su familia, pues ellos lo amaban tan sinceramente a tal punto que Kazu estaba
dispuesto a dejarlo ir con tal de que se fuera con su familia y el perro genuinamente
los quería.
El ladrón y el perro
Es en ésta
historia donde más sentimientos encontrados tuve, pues la historia de Miguel no
es fácil de tragar y esa es exactamente la idea; Miguel se lleva a Tamon
después de escapar del atracado que salió mal, siendo abandonado por sus
compañeros y creyendo firmemente que Tamon es su ángel de la guarda, trata de
encontrar el modo de salir de Japón de manera discreta y arriesgada, pues es un
migrante ilegal, y llegó a Japón en busca de mejores oportunidades. Dado que
viene de Brasil y ahí sabemos que, como la mayoría de los países de todo el continente
americano, las diferencias de clases están muy marcadas, siendo que los pobres
literalmente tienen que cazar palomas en la calle para poder comer y rascar en
la tierra con tal de encontrar algo en la basura para poder conseguir algo de
dinero.
Aunque en un
principio no me gustaba la idea de que Miguel intentaba constantemente
justificar el por qué se había robado a Tamon, también vemos que él también
está harto de la vida de ladrón y que busca constantemente ser una buena
persona, no obstante, no ha tenido buena suerte y sus circunstancias le
obstaculizan la vida estable que tanto intenta conseguir; especialmente desde
que perdió el contacto con su hermana, quien ya es la única familia que le
queda. Con Tamon sincera todos sus tormentos, pasado y dudas, siendo el perro un
auténtico confesionario que le da apoyo incondicional y sin juzgarlo.
A su vez que
vemos cómo en su infancia había tenido un perro llamado Shogun, que adoraba a
Miguel a pesar de lo poco que tenía y podía darle, ayudándolo a sobrevivir ante
la violencia, pobreza e inmundicias; siendo después de que, antes de subir al
barco que iba a llevarlo, él consigue comprender la razón por la que Tamon
siempre se dirige al sur, como si estuviera deseando encontrar a alguien. Decidiendo
dejarlo ir, incluso si después la muerte lo alcanzará, cosa que termina
sucediendo. Es así que, un personaje que en un principio no me agradaba por haberse
llevado a Tamon, logra tener su arco de redención, perdiendo la vida de una
manera dolorosa, y pues esa es la realidad de muchos y ésta historia lo habla
con una sensibilidad que ya se ven en pocos lados.
El matrimonio y el perro
Ésta historia
quizás para algunos les parezca innecesaria, pero sin ella no se reforzaría el
personaje de Tamon y su rol de guardián y su don innato de reconfortar con su
presencia para darles el valor de lo que necesitan hacer, incluso si eso
significa dar punto final a su vida. Aunque la historia comienza con Taiki, un
hombre joven apasionado al extremo por el deporte que recoge a Tamon del monte después
de que el perro lo salvara de toparse con un oso, la historia, en realidad,
sigue a Sae, la esposa de Taiki, y que, en realidad, está enjaulada en un
matrimonio desigual y que parece no tener solución, por más que aún haya cariño
en su relación, está muy lejos de ser sana.
Al igual y como
dije en mi reseña de “Ella y su gato”, en la historia de Miyu y Chobi, con Sae y Clint, (el nuevo
nombre que Taiki le da a Tamon), obtenemos una crítica acertada acerca del
papel de la mujer en la sociedad japonesa, especialmente en lo que respecta a
las relaciones amorosas. Pues Sae comienza a cuestionarse conforme se va
sincerando con Tamon, pues en realidad convive más con el perro que con su
esposo, si realmente vale la pena sacrificar sus proyectos, reflejados en la
parcela de arroz y emociones, alguien que la ame y comparta momentos con ella,
para mantenerse en la comodidad social que todos sus vecinos le inculcan; por
lo que opta por romper esa aparente estabilidad social después de que Taiki
muere como consecuencia de su arrogancia en una de sus excursiones al ser necio
sobre que tan lejos y alto podía llegar.
La prostituta y el perro
Es en ésta
historia también conocemos a Miwa, una chica que trabaja como acompañante y
que, al igual que Miguel, ha tenido una vida desafortunada, tanto por sus
decisiones impulsivas como por estar en el momento equivocado con la gente
equivocada. Pero es que gracias a que ella, que llevó a Tamon a una clínica, después
de encontrarlo en una zona alejada de la ciudad tras ser atacado por un jabalí
salvaje, tenemos una pista de que la familia de Tamon, en realidad se encuentra
en Iwate y que para éste momento, ya han pasado 3 años desde el incidente de
2011. Ella termina llamándolo Leo y con Miwa, Tamon desarrolla una relación tan
orgánica como con Kazu.
Aunque el perro
sigue su deseo de irse hacia la casa de la familia que tanto busca, decide
permanecer a lado de Miwa, pues en su circunstancia actual sabe que necesita
apoyo y protección y que no sería correcto dejarla sola; Miwa se nos presenta
como un personajes muy humano, que se ven sacudida por sus circunstancias,
elige, se equivoca y, pese a todo, trata de salir adelante; dándolos un retrato
fiel sobre cómo viven las mujeres que han sufrido violencia psicológica y física,
en especial en una sociedad tan tradicional y consumista como la japonesa.
Tamon, bajo su nuevo nombre, es su confidente silencioso y quien le ayuda en
ciertos momentos complicados. Y el final de su historia me dejó con el corazón
encogido, pues deja entrever un rayo de esperanza, una posibilidad de que las
cosas sean de otra forma después de que Miwa hace un acto de valor y
posteriormente liberar a Tamon, para que busque a su familia.
El anciano y el perro
Yaichi es un
anciano ermitaño que antes solía ser cazador y que conoce las montañas y cerros
tan bien como la palma de su mano; es así como Tamon lleva a su vida en una
noche, y tras llevarlo a la clínica sabemos que ha pasado otro año desde el
maremoto y que el anciano le da el nombre de Noritsume al canino. Con el
tiempo, vemos que la cotidianeidad de Yaichi es solo el capítulo final de su
vida, pues se le ha diagnosticado con cáncer y cree que exiliándose en casa
sería no solo el mejor modo de morir para él por quien fue; sino en honor a su
esposa, que también murió de cáncer años atrás y que su deseo de morir en casa
quedó frustrado. Confieso que el final de Yaichi me generó tremendo coraje,
pues fue una muerte provocada por un accidente de un cazador inexperto y se le
arrebató el deseo de morir por su cuenta; no obstante Tamon se quedó a su lado,
siendo una muerte nostálgica y acompañada.
Hay que ver
cómo el anciano Yaichi se sincera sobre sus verdaderos sentimientos y
pensamientos delante de estos enternecedores animales. Un recurso utilizado en
la obra para profundizar de manera más realista y sobrecogedora ese miedo que
todos tenemos, que no, podemos no temerle a la muerte, pero sí al hacerlo,
hacerlo solos y olvidados; y que mejor compañía para dejar éste mundo que un
ser tan sensible y cariñoso como un perro como un compañero para ir al otro
mundo. No por nada los mayas los atesoraban para ir al Mictlán. de tantos
personajes que pasan durante la historia.
El chico y el perro
El capítulo
final de Tamon y la tan esperada reunión con Hikaru. Tooru, el padre
de Hikaru, se encuentra a Tamon en la carretera, débil y herido, han pasado 5
años desde el maremoto y Tooru, junto a su esposa Hisako, se mudaron a Iwate (la
ciudad de la infancia de Tooru) después de la catástrofe, pues, como cualquier
persona normal, Hikaru queda profundamente traumatizado y sus padres también, siendo
incapaces de volver a entrar a su casa, enterándonos también que la dueña original
de Tamon, era vecina y amiga de ellos, quien no logró sobrevivir a la catástrofe.
Pero, como Tamon quería tanto a Hikaru, después de perder a su dueña, es que decide
buscarlo, incluso si es que tuvo que cruzar casi todo Japón te punta a punta.
El vínculo más
sano e inocente que un animal puede establecer es con un niño, es asombroso el
lazo tan íntimo que llegan a compartir el chico y Tamon y sin duda alguna
muchos llegarán a sentirse identificados con su relación, pues cuando Hikaru optamos
por aceptar la presencia empática y estable de Tamon, el infante se transforma,
superando sus miedos y reconoce al perro como su amigo y que siempre está con él.
Durante su vida, los padres de Hikaru y el chico disfrutaron de excelentes
momentos con él; cuando pierde la vida para salvar a Hikaru cuando ocurre uno
de los habituales temblores de escala 7 que sufre Japón, todo apunta que Hikaru
nuevamente volverá a su caparazón, pues su mejor amigo y ancla emocional ya no
está, sus padres sienten que el perro les deja un gran vacío. No obstante, el
chico ha logrado comprender que ahora tiene una gran cantidad de memorias
alegres, gracias a Tamon.
Un libro sin pelos en la lengua
El chico y el
perro es, sin lugar a duda, una lectura que llega siempre recordaré; con sus
giros de guion, que en ningún momento me vi venir al estar acostumbrada a las
historias caninas de siempre y cada uno de sus capítulos me siguen afectando como
diminutos cuchillos en el pecho, (seguramente porque tengo una perra mestiza
igualita a Tamon, que se llama Flauta, la perra más buena del mundo mundial y
me hundiré en ese barco). Incluso esta misma sensación puede surgir en
individuos sin animales de compañía, pero para nosotros que experimentamos la
alegría de tener un perro que te amará siempre hasta el desconsuelo de
perderlo, es una lectura intensa, honesta, sin cursilerías, ni ideales, ni
filtros. Como realmente es un perro.
Referencias bibliográficas
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- Calvo, L. (2025). El chico y el perro, de HASE Seishu y MURAKAMI Takashi. Zonanegativa.com; Zona Negativa. https://www.zonanegativa.com/el-chico-y-el-perro/
- Chacal Chacalito. (2024). EL CHICO Y EL PERRO, reseña de la novela, su versión manga (y más). El Blog Del Chacal; Blogger. https://chacalx.blogspot.com/2024/07/el-chico-y-el-perro-resena-de-la-novela.html
- Estantería Otaku. (2023, Julio 12). El chico y el perro. Estanteriaotaku.com; Blogger. https://www.estanteriaotaku.com/2023/07/el-chico-y-el-perro.html
- Hase, S., & Murakami, T. (2024). El chico y el perro. DISTRITO MANGA. (Trabajo originalmente publicado 2022).
- London, J. (2000). Colmillo Blanco. Anaya Infantil.
- London, J. (2007). Call of the Wild. Macmillan Publishers. (Original work published 1903)
- Martinez, L. (2024, Febrero 11). El chico y el perro - Recomendación - Hanami Dango. Hanami Dangos; Hanami Dangos. https://hanamidangos.blog/el-chico-y-el-perro-recomendacion-manga/
- miss_xerinola. (2022, Agosto 24). Reseña de El chico y el perro (Duomo) - Ramen Para Dos. Ramenparados.com; Ramen Para Dos. https://ramenparados.com/resena-el-chico-y-el-perro/
- W. Bruce Cameron. (2017). La razón de estar contigo. Roca editorial.
- W. Bruce Cameron. (2018). La razón de estar contigo. El regreso a casa 1 - El regreso a casa. ROCA EDITORIAL.
Muy interesante artículo, me dieron ganas de leer esta novel japonesa.
ResponderBorrar¡Anímate! Vale por completo la pena. Me alegra tanto que mi artículo haya sido de tu agrado. Nos leemos.
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