La Aporofobia durante la crisis del COVID-19

Yo aquí sigo, en una pasividad poco alentadora: esa sensación de que tienes algo que hacer pero que, aún así, te tiras en la cama a leer fanfics de AO3 o novelas viejas de tu bisabuela, que tienen más salseo que una novela de televisa. Así que me he puesto manos a la obra, porque la verdad no me sé estar quieta, pobre de mi madre, alguien dele importamadrilina, que yo ya me la terminé. Pues bueno, aquí viene el análisis express de la semana .
 
Y para que lo sepan, no, no me estoy inventando la palabra, la palabra existe.

Escuchamos, pero no dialogamos. Hemos tenido nuestra vida ligada a meros goces y compulsiones sin sentido. Es más fácil parar al mundo que ha nosotros mismos. ¿Qué nos pasa? ¿Qué sucede con cada uno de nosotros?
 
APOROFOBIA
 
Viene de las palabras griegas (aporo, pobreza o pobre) + (fobos, miedo), lo que significa que aporofobia es el miedo a la pobreza o miedo al pobre. Ésta palabra fue creada por Adela Cortina, una filósofa española, quién publicó el término el 20 de diciembre del 2017 y tan solo 9 días después, se convirtió en la palabra del año, artículo aquí please. La aporofobia, como señala Adela Cortina, es lo que alimenta el rechazo a inmigrantes y refugiados. No se les rechaza por extranjeros, sino por pobres.
 
Una palabra es capaz de transformar la realidad de manera social, incluso algunas (no todas, cabe agregar) pueden transformar la realidad misma. Y gracias a ésta palabra, se le ha podido dar nombre a algo que TODOS sabíamos que existía pero no teníamos la palabra adecuada para describirlo y ahora que existe, debemos hablar de ello más que nunca; porque, como diría nuestro bello Alejandro Morellón, una herida que no sangra, no puede curarse. Esto quiere decir que si no reconocemos las cosas que están pasando más allá de nuestra realidad de burbuja, no podemos dimensionar la vida real, la vida de verdad, ya sea reconocer tanto lo bello como lo malo que ocurre en la vida real; y si no podemos hacer nada de esto, no podremos atender y resolver este problema global. Debemos detenernos a mirar y cuestionar.
"Mucho se habla de pensar la pandemia, pero eso no es interesante. (...) Lo interesante es lo que la pandemia NOS hizo pensar (...) Nos ha generado un pensamiento." - Roque Farrán.

EL SECTOR EMPRESARIAL
 
Creo que es el tiempo ideal para exigirle más que nunca a las empresas sobre su verdadero posicionamiento ético, sus valores y que tan honesta es su postura ecológica. ¿Las marcas que consumes y las empresas a las que solicitas sus servicios son socialmente responsables o no? Debes mirar los despidos que hacen, la condición monetaria que poseen en ésta crisis con la pandemia, como colaboran con la gente necesitada, analizar cómo cumplen sus políticas que ellos mismos han establecido.

CULTURA DEL YO
 
Como ya hemos hablado antes en éste blog, las redes sociales y el internet nos han dado muchas herramientas y beneficios pero como todo, son armas de doble filo, ya que también alimentar el ego casi a niveles de culto, tratando de nutrir nuestra autoestima a niveles demasiado altos o intentar camuflar nuestra baja autoestima y en algunos casos, puede convertirse en una depresión profunda. Y como ejemplo tenemos al coaching (sí, estamos en la dictadura del coaching). Éste coaching dictatorial en realidad que abunda en el mundo empresarial o en la industria del entretenimiento tiene un discurso simple pero muy poderoso: importa lo que vendes, no lo que eres realmente.
 
Esto lo podemos ver en canales de YouTube o perfiles de Instagram, donde las personas mismas se venden como productos, la imagen que transmites y hacer todo lo posible para tener interacciones masivas y atención, prometiendo un estilo de vida de ensueño que en absoluto toca o quiere que imagines la situación de personas que viven de manera menos favorable o en más desventaja laboral y social. Éste coaching hace que se fragmente la realidad, se limite y se genere ese rechazo y miedo a la pobreza porque se ha generado la creencia que la pobreza es como una enfermedad, un virus invisible que puede contagiarse a niveles casi inhumanos, ¿les suena a cierto virus que salió de Wuhan, verdad?
 
¿Qué se puede hacer? ¿Nos moriremos todos? Sí, pero no todavía, no todavía. Y para la primera pregunta, sí existen posibilidades y también debemos analizar las carencias.
 
POSIBILIDADES
  1. Debes reconocer las faltas y las carencias, tuyas y la de los demás.
  2. Estamos en posición de falta, tener faltas es bueno también, que no nos falte la falta.
  3. La falta tiene una mala reputación, todos intentamos ocultarlas así que la falta te falta.
CARENCIAS
 
Hay carencia de las que nos hemos dado cuenta y la pandemia ha pegado muy duro en una de estas, el Sistema Sanitario y como es que la propiedad privada, en específico, el acceso a la salud, rompió nuestros lazos comunitarios. La falta de espacio, de personal de atención, de medicinas, vacunas, tanques de oxígeno, dinero, recursos, empatía, conciencia y, claro que sí, la falta de medidas de cuidado y empatía. Nosotros y el otro se vuelve ajeno, la carencia es mala, ser pobre es malo, no quiero ser pobre, no quiero vivir encerrado...

Ya lo decía Byung Chul Han con la desaparición de los rituales, adiós a saludar de mano, a salir a tomar unas chelitas con los compas, ya no ir todos en bola al cine y hola a saludar de lejos y sin tocar, hola al no salir y hola a las medidas de higiene más estrictas y el uso del cubrebocas... Claro, están los retrasados (o como internet los ha bautizado, Covidiotas).
 

Así que... ¿QUÉ DEBEMOS HACER?
 
Debemos encontrar rutas, no rutinas. Reconocer las consecuencias, buenas o malas, del pensamiento individualista que ha predominado estos últimos 50 años, debemos reconocer cuando hemos sido los ventajosos de la historia y quienes no lo han sido. 
 
Los pobres siempre han sido los que han pagado factura y los ricos nunca pierden y eso ya debe cambiar ahora. El miedo y odio al pobre siempre ha existido y con la pandemia se dejó aún más claro; la aversión y resistencia a las personas en situación de pobreza. se asume que el otro nos pone en riesgo siempre. Las diferencias siempre crecerán sino hacemos el cambio.

Aún es tiempo de posibilidades:
Debemos darnos apoyo mutuo, a TODOS.
Hay que mudarnos de la independencia a la interdependencia sin llegar a lo tóxico ni a lo mediocre, (sí, eso existe).
Encuentra un tiempo para detenerte y meditar.
Recuerda que no para todos la casa y el hogar es el lugar más seguro.

Nos acostumbramos a buscar siempre el entretenimiento para no pensar, despejarnos del día a día y pasar un buen rato desconectados de la realidad pero sin alimentar nuestro espíritu o ayudar a alguien. Debemos aplicar con nosotros y enseñarle a los demás a llegar al Intratenimiento.


LOS DERECHOS DE LAS IMÁGENES NO SON MÍOS, Y... BUENO, QUE YA LO SABEN.
 
Y no os molesto más. Para cualquier cosa, la caja de comentarios y mi mensajero azul están abajo. Aquí me tienen.
 
Atte: @SofiaLuCa18.

Comentarios

¡Búscame en GoodReads y hagamos bullicio!

Libros que he leído

El corazón de la bruja
1984
21 Lessons for the 21st Century
An Abundance of Katherines
Akira, Vol. 1
The Alchemist
Alice in the Country of Hearts, Vol. 1
Alice’s Adventures in Wonderland / Through the Looking-Glass
Always Coming Home
Anna Karenina
Anne of Green Gables
Are You Alice? 1巻
Aristotle and Dante Discover the Secrets of the Universe
Around the World in Eighty Days
Attack on Titan, Vol. 1
Ayashi no Ceres 01
The Bad Beginning
Bakuman, Band 1: Traum und Realität
Barakamon, Vol. 1
Las batallas en el desierto


Sofía LuCa18's favorite books »

¿Recomendaciones o sugerencias? Escríbeme

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *