Descripción
Las clases en línea están dejándome el cerebro como papas del Mc´Donalds pero soy como un piloto de combi, exacto, nada me detiene, así que agradécelo Anya.
_AQUÍ EMPIEZA EL RELLENITO_
Mientras estamos en el trabajo o en el ocio en nuestras casas, recibimos cantidad de noticias, videos, artículos o cadenas de Whats App sobre el coronavirus, esto ha causado que de tanta información, en vez de que se prevenga y ayude, lo único que se logra es desinformar y si sumamos a la ecuación la histeria colectiva, lo que se provoca es que las fake news se vuelvan cada vez más poderosas. Éstas se originan cuando los usuarios de internet aceptan la información que acaban de recibir, sin someterlo a crítica, pues si encaja en alguna preferencia, disgusto o la información les parece impactante, tienden a compartirla. Los prejuicios se vuelven el proyectil ideal para las noticias falsas.
Las clases en línea están dejándome el cerebro como papas del Mc´Donalds pero soy como un piloto de combi, exacto, nada me detiene, así que agradécelo Anya.
_AQUÍ EMPIEZA EL RELLENITO_
Mientras estamos en el trabajo o en el ocio en nuestras casas, recibimos cantidad de noticias, videos, artículos o cadenas de Whats App sobre el coronavirus, esto ha causado que de tanta información, en vez de que se prevenga y ayude, lo único que se logra es desinformar y si sumamos a la ecuación la histeria colectiva, lo que se provoca es que las fake news se vuelvan cada vez más poderosas. Éstas se originan cuando los usuarios de internet aceptan la información que acaban de recibir, sin someterlo a crítica, pues si encaja en alguna preferencia, disgusto o la información les parece impactante, tienden a compartirla. Los prejuicios se vuelven el proyectil ideal para las noticias falsas.
Aunque, hay que tomar en cuenta que el
coronavirus ha causado caos porque nos movió de nuestra zona de confort; y
debemos aprender a ver que no existen solamente las innovaciones y las
creaciones, como las curas o los virus en sí. Esta la destrucción, y es ahí
cuando nuestro estilo de vida debe verse modificado pues, en el caso de China,
los mercados clandestinos que vender y matan especies salvajes y callejeras,
más la poca higiene que hay en esos sitios, es lo que permite que surjan esos
virus. Primero el SARS en China en 2002, luego el ébola en África en 2015 y, 18
años después, de nuevo en China, el COVID-19. Y, como vimos en Los Siete Saberes
de Edgar Morin, el surgimiento de lo nuevo no se puede predecir porque entonces
no sería nuevo. Y, como es este caso, no era nuevo el brote pero lo que si fue
nuevo, fue el impacto que generó en la sociedad y el nivel de difusión de
información que hay ahora. Recordando lo que dijo Zizek, el coronavirus ha
provocado pánico desmedido y un claro golpe a la economía y la rutina
establecida de muchos países que se regía en la riqueza material y el consumo.
Pero como la vida misma, nada puede
quedarse estático realmente, si debe haber una evolución, primero se debe
desorganizar el sistema para luego desorganizarlo, la historia no constituye
entonces, una evolución lineal.
“El
conocimiento es navegar en un océano de incertidumbres a través de
archipiélagos de certezas.” (Edgar Morin).
Concuerdo con lo que dice Zizek, pues el coronavirus ha provocado pánico desmedido, con un claro golpe a la economía y la rutina establecida de muchos países. El estilo de vida ahora se rige en la riqueza material y el consumo.
La actual
expansión de la epidemia de coronavirus ha detonado las epidemias de virus
ideológicos que estaban latentes en nuestras sociedades: noticias falsas,
teorías conspirativas paranoicas y explosiones de racismo. (ANRed, 2020).
Creo que la realidad se ha llevado a un
extremo donde, con tal de aligerar la tensión de la situación (haciendo memes o
videos satíricos) muchos han perdido la noción de la gravedad del asunto, donde
la población joven se cree inmune o muchas personas que no están bien
informadas tampoco reportan síntomas ni se revisan, ya sea por miedo o porque
creen que no es grave. Este tipo de situaciones demuestran como son las
personas realmente y cuáles son sus valores, pues los momentos de crisis y de
caos sacan a relucir el interior de las personas. Como dice el dicho: Entre
broma y broma, la verdad se asoma.
El fenómeno del coronavirus también ha
despertado conciencia en muchas personas, sin embargo, eso no significa que
solucione muchos problemas que no se resuelven con el Home Office, en el caso
del medio ambiente, no en todos los países es igual, por ejemplo en México,
donde las medidas de seguridad están casi inexistentes y mal reguladas, por lo
que tampoco hay un control y eso impide que mejore la condición ambiental como
en Rusia o el viral suceso de Venecia, donde las personas incluso son multadas
si salen de sus casas si no es por una situación crucial, lo que permite que la
calidad del aire mejore y los ríos mejoren un poco su ecosistema.
El fenómeno del coronavirus no es la solución a los problemas de la sociedad actual, simplemente demostró otros problemas que la gente tenía en tercer plano, la higiene y la muy oculta actitud racista: los chinos son unos cochinos, eso les pasa por ser demasiados, no te acerques a un asiático porque puede llevar el virus… Y demás comentarios así.
Alguien lo suficientemente observador y
analítico puede notar lo mismo que notó Zizek; nuestra realidad se volvió
paradójica: mientras el virus nos obliga a aislarnos también nos obliga a
reinventar el consumismo, pero no necesariamente positiva pues en realidad de
convivir más con nuestras familias o de estar en casa, nos aislamos más en la
vida sedentaria o la vida fácil, claro, los que tienen el nivel socioeconómico
para hacerlo ya que en nuestro país, la mayoría debe salir a trabajar o de lo
contrario quedan endeudados o pueden llegar al punto de no comer o no poder
alimentar a su familia por ese día.
“Lo que
hace a este ataque tan fascinante es el tiempo entre el golpe y la muerte en
sí: Puedo tener una buena conversación mientras esté sentado y calmado, pero
tengo claro que desde el momento que comience a caminar, mi corazón explotará y
yo caeré muerto”, agregó Zizek.
Pero recordemos que el virus no elige
solo matar a los pobres o a una raza específica, no es al azar tampoco. Tiene
que ver con tu higiene, tus valores, tu rutina, toda tu persona. No hay un Dios
vengador que manda las plagas, la ciencia es democrática, o como lo llama el
filósofo “una guerra médica”, pues de lo que más abunda información es de la
inestabilidad económica, cuando la verdadera crisis es médica y de salubridad.
“Podemos
esperar que la epidemia viral afecte nuestras interacciones elementales con
otras personas y objetos alrededor nuestro, incluyendo nuestros propios
cuerpos, ya que evitaremos tocar cosas que puedan estar contaminadas, como
barandas, baños públicos o juegos del parque. Incluso evitaremos saludar a las
personas dándoles la mano. Probablemente seamos más cuidadosos con movimientos
espontáneos, como tocarnos la nariz o los ojos”, prevé Žižek.
¿No les parece curioso que el término
que usamos para cuando un video o publicación en internet se vuelve famoso o
destacado por un tiempo prolongado lo llamamos viral, ya que funciona del mismo
modo que un virus y su naturaleza de propagación? No me parece casualidad, no
estoy hablando del concepto conspirativo, si no de que sin importar lo que
hagamos, sin importar de que nos aislemos y nos refugiemos en la tecnología, no
podremos desligarnos del mundo real y de sus consecuencias.
Creo que todo éste tema va más allá de
estigmatizar el problema como capitalista o comunista, ya que la histeria
colectiva está en todas las personas. Si acaso se le puede sacar algo positivo
a esto es que ahora, al estar en casa y con nuestros familiares, habrá tiempo
de reflexión y de apreciación que, probablemente, cuando se acabe la época de
la crisis, se perderá o nunca vuelva a ser considerada necesaria. Nuestra
realidad nos indica que lo virtual parece lo seguro, pero si no existen los
valores ni la costumbre de la higiene, nada habrá valido la pena; es curioso
ver como esta situación nos obligó a convivir como al mismo tiempo nos alejó, a
veces pareciera que no aprendemos.
Los derechos de las imágenes no me pertenecen, pero el texto si me pertenece, así que me quedo con los que están sentados por la ley, ¿bien? Bien.
Se os quiere 3 millones brujillizos.
Atte: @SofiaLuCa18, anímense a seguir, estoy libre de cualquier virus.
Los derechos de las imágenes no me pertenecen, pero el texto si me pertenece, así que me quedo con los que están sentados por la ley, ¿bien? Bien.
Se os quiere 3 millones brujillizos.
Atte: @SofiaLuCa18, anímense a seguir, estoy libre de cualquier virus.
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