Achis, achis, los
mariachis. Otro análisis de tema polémico, pero vengo preparada mis
brujillizos, ya tengo mi escudo y trinchera lista; en serio traté de que esta
investigación fuera lo más enfocada posible, nada de extremos, puro balance. ¿Qué
me saldrán disparatadas? Seguro, ¿por quién me toman? Que la idea es pasársela
bien. El caso, que para los que vengan a comentar que esto es cosa de “adolescentes
bobas” de una vez les digo que no se hagan los intelectuales, hasta podría apostar
que muchos de ustedes han escrito fanfics y ni se han dado cuenta, hasta
me atrevería a confirmar que muchos son lectores de closet de este contenido,
por lo que no se toleraran hipocresías, ¿estamos? OK. Pero todos tranquis, que
aquí aceptamos a todo el mundo, somos unos intelectuales ridículamente
orgullosos, venga ya, empecemos.
Resumen histórico; más viejos de lo que crees
Para aquellas personas que han vivido debajo de una roca en
los últimos 20 años, les explico qué significa dicha palabra. La palabra fanfiction
es la mezcla de dos palabras en inglés: fan (fanático) y fiction
(ficción), aunque es más usual que se use su abreviación fanfic o fic
para la gente más perezosa. Una definición profesional sería la de la autora Carmen
Morán, mencionada en su obra “Li(nk)teratura de kiosko cibernético:
Fanfictions en la red”: “Una ficción creada sobre pautas argumentales y personajes
de una ficción preexistente”.
En resumen, historias nuevas inventadas por
fanáticos de una obra que usan a los personajes de dicha obra ya creada. De
hecho, los foros de estos creadores de contenido usan un lema usual: “historias
creadas por fans, para fans”, lo que significa que no crean estas historias
precisamente para que el autor de una obra la lea, sino para que otros
fanáticos de esa obra la lean y compartan. El formato más común en occidente es en formato textual,
especialmente relatos concretos; no obstante, existen también los fancomics
(historietas cortas o largas), existen también cortometrajes (comúnmente
llamados fanmade) y series web hechas por fans y en oriente existen los doujinshis,
que literalmente significa “libro no oficial” o “creado por otra persona”.
En realidad, su origen en concreto ha sido teorizado por
muchos estudiosos y estudiosas del tema, pero no se ha hallado nada en
concreto; por ejemplo, las autoras Karen Hellekson y Kristina Busse
tienen la hipótesis en su obra “The Fan Fiction Studies Reader”, en
tiempos antiguos, los relatos eran de naturaleza colectiva, se compartían por
tradición oral, por lo tanto, obras como “La Odisea” de Homero o incluso
la propia Biblia podrían considerase la forma más temprana de un fanfiction.
Vaya, todos bromeamos como “La Divina Comedia” de Dante Alighieri es un fanfiction
de la religión cristiana que la iglesia la volvió “canon” (oficial).
A los fanáticos pioneros, gracias
Posteriormente, en el siglo 19, ocurrió un caso curioso con las novelas
de la preciosísima Jane Austen, una novela llamada “Old Friends and
New Fancies” de Sybil G. Brinton;
la cual se considera una secuela de las obras de Jane Austen escrita por una de
sus más fieles seguidoras, algunos fanáticos de la autora la consideran
una secuela oficial, mientras que otros solo la toman como un curioso
gesto de admiración hacia la autora, pero no es considerada parte de la historia
original, dado que nunca se tuvo la autorización de la autora original en vida, (pronto
hablaré de ese aspecto más adelante.)
Ahora, lo que sí se sabe, (al menos es la teoría más
aceptada), es que, a partir de la creación de la serie “Star Trek”, en Estados
Unidos comenzaron a publicarse revistas hechas por fanes, “fanzines”; en dichas
revistas se publicaban artículos, opiniones y teorías de la serie y sus
personajes, hasta que, eventualmente, dominaría la sección de textos que los
fanes escribían inspirándose en los personajes o modificando a gusto algunas
situaciones de la serie. Dentro de este movimiento, surgió el que se considera
el primer fanfiction de la historia, llamado “A fragmento out of time”;
la cual abarcaba una historia romántica homosexual entre Kirk y Spock.
Sí, el tema de la homosexualidad en los fanfiction es uno de los más
frecuentes, pero no es el único.
Por mucho tiempo, este hobbie era publicado únicamente
en foros de nicho muy reducidos, pero, con la llegada global del internet, los
foros y blog dedicados a esto no tardaron en formarse. En esta etapa
cibernética, el fandom que comenzó a migrar de lo físico a lo digital
fue el de "Harry Potter", siendo hasta la fecha el fandom que más
contenido fanfictions ha creado en internet; siendo que, estos foros
daban la oportunidad de que más gente de otras partes del mundo leyeran sus
fantasías y tuvieran una retroalimentación casi instantánea con otros fanáticos.
A parte, en el aspecto del periodo de publicación, en la mayoría de casos, tomó
una naturaleza periódica. Ahora ya no solo eran unas cuantas historias, eran
cientos y cientos que compartían historias nuevas sobre sus personajes
favoritos.
Eso sí, tomemos en cuenta que no todas las historias
publicadas eran del todo buenas, según los creadores y seguidores de este tipo
de contenido; inclusive, al tener un gran catálogo de términos y géneros, los
foros funcionaban como una editorial libre con lo que se publicaba. Pero así
como existen los buenos y malos libros, también están los buenos y malos fanfiction; y, dentro de esos fanfiction malos, están aquellas
comunidades que intentan con su obra suprimir o “matar” al autor original, a
veces de manera muy literal. Pero calma, vamos poco a poco.
Cuando la narrativa llega a internet
Con la llegada de esta nueva modalidad, surgió un nuevo tipo de lectura y redacción, y cómo mencioné antes, la retroalimentación en los foros fanfiction, séase fanfiction.net , Archive of Our Own, el polémico Wattpad, la más reciente Kindle Worlds y muchos otros más, algunos seguidores de una historia, al comentar y mirar dichas historias de manera crítica, comenzaron a asumir un rol similar al de editor amateur, inclusive hasta de traductores; a estos usuarios se les conoce como Beta Readers, en cambio, al autor principal se le llama Alpha Reader.Muchos de estos usuarios apoyan a autores de fanfiction a mejorar
su ortografía o dar comentarios para dar su opinión sobre la historia o cómo les
gustaría que fuera; pero como en todos lados ocurre, en internet hay usuarios
que han generado una comunidad que ayudan a otros autores que inclusive han
sido reconocidos en publicaciones de libros oficiales, pero, también están los
agresivos que básicamente solo insultan a los autores. Y no en todos los foros
hay un filtro para evitarlos, por lo que, mucha “libertad” de expresión ha
llevado a que algunos autores sean acosados o que terminen de abandonar este
mundillo de la narrativa en internet. Porque, si como escritor profesional, la
pasas mal con un editor mala cara, ahora imagínate con cientos de estos que se
aprovechan del escudo del anonimato para atacar a autores que solo quieren
hacer lo que les gusta.
Por
otro lado, eso no debe desacreditar a los Beta Readers que sí hacen el bien,
por ejemplo, aquellos que notan que la trama promueve roles de género tóxicos,
tramas dañinas o que perciben las inconsistencias o agujeros de trama de una
historia; todo con el fin de mantener a su comunidad segura y, aunque
permitiendo flexibilidad al manejar temas tabúes, buscan promover valores,
respeto y calidad. Aunque, seamos honestos, los malos autores y editores siempre
hacen más ruido y sólo hacen que dicho mundillo quede muy mal parado, injustamente. Con todo
esto, algunas de las plataformas antes mencionadas, han formado contratos con
editoriales y medio para que dichos contenidos puedan ser monetizados y protegidos, eso sí,
siempre y cuando sea contenido exclusivamente original, porque ahí entran las reglas
de oro de los derechos de autor. Aspecto que, nuevamente, muchos creadores
respetan, pero otros se lo pasan por el arco del triunfo, afectando no solo al
portal y comunidad, sino al propio movimiento del fanfiction en el arte de la literatura.
Entonces... ¿Son o no literatura?
Aquí viene lo difícil. Si estos relatos se pueden vender,
publicar masivamente y leerse y respetan la estructura básica de primaria de un
relato fantástico, entonces, ¿eso ya los vuelve automáticamente arte,
literatura? Veamos. Ya quedó claro que, un fanfiction, es un relato
corto o largo que, en esencia, es de una autoría compartida. El autor del fanfic
siempre reconocerá que los personajes o mundo que utilice no son de su autoría,
sino del autor que corresponde, (de lo contrario, estaríamos lidiando con un
plagio realmente descarado). Por ende, podríamos decir que los fanfiction son obras
derivadas de las originales de las cuales toman elementos; de acuerdo con Jenny Natalia Díaz Agudelo (2009), en su
tesis “Formas emergentes de la literatura: el fanfiction desde los estudios
literarios”, estos textos, dentro del arte literario, son “nada más y
nada menos que una invitación a ser coautores con los autores de sus ficciones
originales.”
De hecho, existe una novela que abarca este debatible debate; “Fangirl”
de Rainbow Rowell (Dios, seguro es una buena persona en la vida real, pero ese nombre no puede ser real). En dicha obra, la autora, reflejada en el personaje de Cath,
argumenta que los fanfiction sí son literatura. Ahora, en lo que a mi opinión respecta, no podemos
desacreditar buenas obras que tuvieron sus orígenes en un foro fanfic, tal
es el caso de la novela “El ocaso de los Altos Elfos” de la autora
chilena Francisca Solar; donde una editorial profesional notó el gran
potencial que tenía la obra, siendo que la autora no olvida sus orígenes
fanfic pero adaptó su novela para que fuera original. No obstante, no
descartemos que estamos hablando de un caso de entre miles, no todos los fanes
escriben fanfics porque quieren más contenido de su obra favorita o quieren
explorar otras realidades alternativas de esa historia, algunos buscan querer
hacer lo que quieran con esas historias, desacreditando y queriendo suprimir la
versión original. Algo que no me parece correcto ni muy maduro; (*cof, cof* el fandom tóxico de Boku no Hero, *cof, cof*,
perdón, alergias).
![]() |
Este libro empezó como un fanfic del show "Supernatural" |
“Hay una delgada línea entre haber sido inspirado por una obra para crear la tuya propia y utilizar los elementos de una obra ya creada.” thisbookaffair (2014).
Además, si tomamos en cuenta que, un género literario, por
concepto, es aquella clasificación que recibe una obra que tienen rasgos
semióticos, contextuales y situacionales muy distintivos, tales como género
narrativo, lírico, dramático y didáctico, los fanfiction podrían considerarse
un género metódico para incursionar a la literatura. Es como una reproducción
del arte.
Esto lo podemos relacionar a la postura de Jenny Natalia
Díaz Agudelo (2009), en la cual menciona algo importante, que incluso yo he hablado de ello: la literatura es catarsis, ésta siempre está
presente en el arte de las palabras; por lo tanto, el fanfiction es una
realización de esa catarsis, una forma en la que el autor puede “entrenarse”,
pulirse y superarse para entonces dejar de recrear para pasar a crear sus
propio arte. “Cada nuevo lector es un autor en potencia, que se entrenará en
el difícil arte de la creación de mundos, con personajes prestados y un estilo
propio.” (Díaz Agudelo, Jenny N. 2009).
Por qué, para qué y para quién existen
Otro autor que habló de los fanfiction es Henry Jenkins (1992),
que los considera como “una forma de reparar el daño cultural causado en un sistema
donde los mitos contemporáneos son propiedad de corporaciones en lugar de
pertenecer al pueblo.” Pero, como vimos anteriormente, el fanfiction,
es un movimiento literario principalmente social y recreativo, dada su
naturaleza retroalimentativa y experimental; aunque es innegable su influencia
en los adolescentes y adultos jóvenes, quienes más tiempo pasan en internet
buscando más contenido con los cuales resonar con sus personajes favoritos. Curiosamente,
la mayoría de los estudios con respecto a las publicaciones de estos relatos,
son anglosajones, pues dichos estudios apuntan a que los países de habla
inglesa son quienes más consumen este tipo de contenido; a diferencia de otros,
como los de habla hispana, donde el movimiento no es tan fuerte pero encaja en
el segundo puesto de ser la segunda lengua más usada en los foros de fanfiction.
De acuerdo con la investigación de McDaniel, C. J. (2009),
los fanáticos crean sus fics para llenar un vacío que perciben en el
trabajo original, dicho autor identifica 3 puntos significativos:
- Especular sobre lo que aún no ha sucedido y así satisfacer su curiosidad y agitación, (algo común en obras sin terminar o continuas, como mangas o novelas incompletas).
- Especular con un “qué pasaría si…”, en ellos buscan profundizar qué hubiera pasado si tal personaje hubiera hecho una acción en especial o no la hubiera hecho.
- Cada persona tiene una razón única para escribir, satisfacción de ver a personajes platónicos estar juntos o crear una situación donde un problema de trama se habría arreglado, según su criterio.
A parte, identifica las distintas modalidades con las que
trabajan los escritores, aunque, hasta la fecha no hay una recopilación oficial
de todos los términos que usan los autores de fics, pero si gustan,
pueden buscarlo en las referencias que anexaré hasta abajo. En verdad es
curioso lo simplemente complejo que es este mundillo del fic.
Útil para principiantes, un lío para autores y obras originales
Claro está, que debemos tomar en cuenta la opinión de los
autores de dichas obras, algunos como J. K. Rowling no están molestos
con este movimiento, pues los consideran una publicidad gratuita y un gesto de
afecto a su obra. De algún sitio tuvo que salir el spin-off de “Harry Potter
y El niño maldito” ¿no? Pero otros como George R. R. Martin no están
de acuerdo; dado que lo consideran un plagio narrativo, que usen a personajes
que tanto amaron crear y tanto trabajo les costó para que otros autores
simplemente los tomen y los manejen como se les dé en gana. Y este aspecto de
la intertextualidad es un tema difícil de abarcar en una sola publicación, pues
es innegable que la literatura es un fenómeno de pura intertextualidad, todos
los textos se inspiran mutuamente, eso sí, reconociendo los derechos
respectivos y siempre contándolo desde una mirada única y creativa.
“Para mí es como andar con una bicicleta con las ruedas de apoyo. Y luego, una vez te quitan las ruedas, te caes, yo me caí mucho, pero debes quitártelas en algún momento. Tienes que inventar tus propios personajes, tienes que construir tu propio mundo, no puedes simplemente pedírselo todo prestado a Gene Roddenberry o George Lucas o a mí o a quien sea." (GeorgeR. R. Martin, 2019).
Así que, es fácil defender a los fanfiction si los
vemos de forma romántica o como un hobbie práctico que es de ayuda a muchos
usuarios que aspiran a ser escritores profesionales; sin embargo, la línea del
movimiento positivo termina cuando otros autores fanfic toman ideas de
otros sin acreditarlos o acosan a los autores que “aman” porque la historia no
es como en su ficción. Chéquense el caso de Marion Z. Bradley.
Inclusive podemos irnos al aspecto de la normalización de
las relaciones tóxicas y violentas por parte de los jóvenes y el consumo masivo
descontrolado; a tal punto donde muchos lectores es lo único que leen y
consideran que eso está bien y que así es como deben hacerse las cosas. Para más
sobre este tema de ficciones y fantasías tóxicas, los invito a leer mi análisis al respecto, tormenta
de arena garantizada. Que, de nuevo, eso no significa que todos los fanfiction
sean así, inclusive aquí hemos hablado de varios que son bastante respetables,
como “Ophelia”;
no obstante, cuando solo observas los números y no la calidad, este movimiento
termina viéndose mal y en vez de retomar buenas obras, terminamos recibiendo
cosas como After o Cazadores de Sombras, (que, por cierto, éste
último surgió como un fanfic de Harry Potter entre una relación tóxica
entre Draco y Ginny, Dios nos ampare).
Por ejemplo, Cruz Martín, Anna (2016), recalca en su
trabajo, “El fenómeno fanfiction”, que muchos productores y guionistas
de series y películas leen estos fanfiction para ver que es lo que le
gusta al público; aunque, esta es una estrategia peligrosa, pues los textos
pueden caer en el plagio o que los productores dejen de esforzarse en sus
trabajos con tal de dar “fan service” en sus contenidos. Una estrategia
que es efectiva para muchos consumidores, pero seamos honestos, el exceso de “fan
service” termina matando una historia. Todo en exceso es malo, brujillizos.
"Pero la característica central de los fanfic relevantes es la influencia que pueden ejercer en posteriores relatos. Este tipo de influencia se presenta por ejemplo en el estilo del autor del fanfic, que es imitado por otros autores, (con mayor o menor éxito)." (Díaz Agudelo, Jenny N. 2009).
Otro aspecto que menciona Jenny N. (2009) es la forma en la
que puede afectar la percepción que tienen los lectores de la ficción original,
en sus palabras: “influye directamente en el canon de la historia, puesto que
varios lectores pueden considerar que lo planteado en un fanfic es la versión
verosímil.” Lo que da como resultado que se comparta el fanfic para que
otros autores adopten esas ideas como una verdad canónica de la ficción madre; esto
ha generado que algunos fanáticos acosen a los autores originales porque no
cumplen con estas fantasías que la propia comunidad se ha generado, los
casos más extremos se pueden encontrar en el mundo del manga-anime. Dando como
resultado que muchos autores abandonen sus obras de manera intermitente o definitivamente.
¿Ya ven por qué les digo que los excesos no son buenos?
Jugársela con la ley
Seguidamente, tenemos casos como los de las escritoras Anne
Rice y Laura Gallego, quienes gustaban de saber de la existencia de fanfics
de sus obras; pero, debido a episodios desagradables con muchos fanes, Laura Gallego
optó por ya no leerlos y Anne Rice por recurrir a la ley de propiedad
intelectual, siendo que cuando se topa con uno, lo denuncia. El tema del marco
legal en los fanfiction aún es controversial; pues, como la mayoría de
estos relatos son publicados sin fines lucrativos, muchos autores no recurren a
tomar acciones legales, pero si a un autor no le parece correcto o adecuado la
forma en la que escriben sus personajes, tienen todo el derecho de la ley en
defender su trabajo.
Por otro lado, los propios autores de fanfiction no
se salvan de que otros usuarios se “inspiren” en sus obras o directamente les
hagan un “copy & paste”; sin embargo, muchos autores solo pueden
quedarse impotentes al respecto si no han registrado su fanfic en
páginas especializadas. O sí, las hay y la verdad me alegra, porque hay cada abusón
o avivada que se quiere pasar de inteligente y se escudan con la libre expresión
únicamente porque la obra no se registró y, por lo tanto, no pueden
denunciarles por plagio.
Con respecto a esta situación, autores, empresas o familias
que tienen los derechos de autor de sus obras, han tomado conciencia que, sin
importar qué, los fanfiction seguirán apareciendo, les guste o no; con ello, se
han implementado regulaciones sobre estos textos de fanes con relación a la
obra original. Un ejemplo claro sería el de la autora Louise Penny, quién es
una fanática de Agatha Christie y, tras los familiares de la autora revisaran
sus textos, lo tan parecido que escribía a ella, además de lo bien que
respetaba a los personajes y su esencia, la consideraron la “heredera” adecuada
del legado de Agatha Christie. Por eso es que salen nuevos libros de la difunta
escritora, (no es que escriba desde la tumba), sino que, una autora de fanfics
de ella podríamos decir, es quien los escribe por ella, es su co-autora. En ese sentido, cuando los autores
de fics siguen las reglas impuestas del autor original, no están
cometiendo ninguna irregularidad, sobre todo en este caso, el gesto se vuelve
poético. Por el contrario, aunque duela, con todo lo bueno, viene lo malo, ya que, recordemos que no todos los casos de autores de fanfiction
son iguales a éste.
“La mayoría de las veces, los trabajos
de fanfiction encajan en la categoría de no infringir el uso legítimo. Uno
puede hacer este tipo de obras sin necesariamente obtener la aprobación directa
del autor original. Cuando el trabajo de fanfiction no infringe las leyes de
derechos de autor del escritor, puede ser legal.” (McDaniel, C. J. 2009).
Un caso sería el de la popular novela “La hipótesis del
amor” de Ali Hazelwood; donde desde la portada ya se puede ver de
manera súper evidente que originalmente fue un fanfic de la saga de “Star
Wars”, especialmente del ship Rey “Skywalker” y Ben Solo/Kylo
Ren. Y, dado que la saga de ciencia ficción le pertenece a la empresa Disney
y a su creador George Lucas, ellos tienen sus derechos de distribución, reproducción
de copia y adaptación súper restringidos; por ende, la autora tuvo que recurrir
a cambiar los nombres y varios elementos de la historia o de lo contrario
debería pasar por todo un proceso de acusación que seguro no le saldría barato si
quería monetizar su historia; pero el dejar diseños idénticos a los originales
y detalles que hacen alusión a la ficción madre, es querer tocarle los gintamas
al tigre. Otros casos más viejos serían “After” y “50
Sombras de Grey”, cuyas autoras originalmente querían vender sus obras sin
modificarlas; sin embargo, como las personas reales y ficticias que usaban
tenían derechos de autor, podían ser demandadas por violación de propiedad
intelectual.
“La aparición de internet y la
prevalencia de la fanfiction han contribuido a plantear dificultades en mantener
la guardia y navegar a través de las leyes de marcas comerciales para luchar
por los derechos de autor. El escritor original rara vez respalda la
fan-fiction. El fan-fiction tampoco suele publicarse.” (McDaniel, C. J. 2009).
Bienvenidos a los tiempos de la ficción-manía
Como con cada movimiento
literario que hace ruido, se trata de comprobar su validez, calidad, moralidad
y, por supuesto, legalidad; por eso, como pudimos apreciar, el movimiento no
solo atrae a fanáticos de cualquier cosa consumible, también llama la atención
a teóricos y analistas, lo que significa que, con todo y las cosas buenas y malas
que traiga este movimiento, estamos observando un fenómeno vivo, con género,
sistema propio de clasificación y que, como digno movimiento literario,
mantiene en constante transformación a la literatura.
Lo que significa que, como en
todo género y corriente artística, se debe analizar en todos los sentidos,
desde sus consecuencias positivas hasta las negativas; la verdad, es un tema que me hubiera
gustado abarcar con más longitud, porque tiene material de análisis de sobra, sobre
todo en el género slash, yaoi y queer; cómo éste medio ayuda a expresar a
comunidades minoritarias como la LGBTTIQA+ pero, se está viendo afectada por la objetivación e hipersexualización
que muchos autores hacen de estos temas. Está de locos, pero quizás ese sea un
tema para otra ocasión, quizás para el próximo julio. Si no platíquenme todo lo
que saben sobre esto, ya saben que una vez que me den cuerda, no paro. En fin,
en conclusión, el fenómeno fanfiction es una herramienta casi natural
para cualquier escritor aficionado, todo aspirante a escritor la ha usado de
manera consciente o inconsciente; por lo tanto, solo porque exista una gran
mayoría de autores de dudosa calidad con historias chatarra no significa que
todo el medio lo sea, hay que defender lo que es bueno y rechazar lo que no sea
digno de nuestro tiempo.
"Todo aquello que tenga fans, puede tener fanfictions." (Cruz Martín, Anna. 2019).
ʕ•ᴥ•ʔ
Híjole, yo creí que esto me quedaría mas corto, pero no, terminé llegando a las 11 cuartillas, les digo, una vez mi curiosidad es provocada, hay repercursiones. La verdad, éste tema era algo del que ya quería hablar, pero nunca lograba encontrar información realmente objetiva y bien investigada, ni defensores totales ni haters ridículos, quería un punto medio y creo que me ha salido bien, en lo que cabe claro. Mil perdones si algunos de ustedes querían reseña literaria, pero pienso que debo recuperar estas opiniones de temas polémicos, así que, vayan pensando sobre qué otros temas quieren que realice con este estilo mini-tesis, quizás les sirvan para el cole. Pero cítenme en APA, de favor. Y ya, que soy @Sofia LuCa18.
Referencias bibliográficas
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- Cortes, M. (2021, Diciembre 8). De FanFiction a libro, un fenómeno literario | Rock y Arte - Divulgación Cultural. Www.rockyarte.com; RockYArte. https://www.rockyarte.com/fanfiction-a-libro-un-fenomeno-literario/
- Cruz Martín, A. (2016). EL FENÓMENO DE LA FANFICTION. In uvadoc.uva.es (pp. 5–49). Universidad De Valladolid. Facultad De Filosofía Y Letras. https://uvadoc.uva.es/handle/10324/45149
- Díaz Agudelo, J. N. (2009). Formas emergentes de la literatura: el fanfiction desde los estudios literarios. In Handle.net (Vol. 476, pp. 28–72). Pontificia Universidad Javeriana; repository.javeriana.edu.co. http://hdl.handle.net/10554/6386
- McDaniel, C. J. (2021, Marzo 16). ¿Es ilegal el fanfiction? Descubre todas las respuestas aquí. Adazing.com; Adazing Publishing. https://www.adazing.com/es/es-ilegal-el-fanfiction-descubre-todas-las-respuestas-aqui/
- Sanz Martínez, S. (2017). Literatura expandida. In uvadoc.uva.es (pp. 1–37). Universidad De Valladolid. Facultad De Filosofía Y Letras. https://uvadoc.uva.es/handle/10324/25551
- thisbookaffair. (2014, Noviembre 23). Hablemos sobre: Fanfiction ¿Es literatura? This Book Affair; Tumblr. https://thisbookaffair.tumblr.com/post/103388778170/hablemos-sobre-fanfiction
- Wikipedia. (2023, Abril 23). Fanfiction. Wikipedia; Wikipedia. https://es.wikipedia.org/wiki/Fanfiction
- YpuntoContenidos. (2017, Septiembre 28). Breve historia del fanfiction. Ypunto / Servicios Editoriales; WordPress. https://ypuntoservicios.wordpress.com/2017/09/28/breve-historia-del-fanfiction/
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